Una salvación asentada ante los equipos de 'su' liga

La primera vuelta del Campus Promete fue brillante, con siete triunfos que dejaron prácticamente certificada la salvación con la mitad de la temporada por delante. Además, el juego valiente de las logroñesas casi les da un premio inesperado, la clasificación para la Copa de la Reina. Llegaron a la última jornada de la ronda inicial con opciones reales, pero la derrota ante Araski acabó dejándoles fuera de la burbuja de Valencia en la que se disputó el torneo, que acabó en manos del Spar Girona.

Desde el comienzo de la temporada, César Aneas diferenció los equipos en tres bloques. Un primer grupo formado por Perfumerías Avenida, Valencia Basket y Spar Girona, muy por encima del resto. Después, marcó a cuatro o cinco más que podían plantar cara a los grandes y estaban confeccionados para pelear por entrar en el 'play off' final.

En el tercer saco, en el que metía a aquellos que pelearía por la permanencia, estaba el Campus Promete. No se equivocó el técnico catalán y su equipo respondió de manera brillante contra los adversarios de «su liga», sumando victorias y superando en el 'basket average' particular a estos rivales, lo que le ampliaba sus opciones en posibles empates al final de la fase regular.

Un libro podía haber escrito Aneas con todo lo que le ha sucedido en esta temporada repleta de problemas. Estuvieron confinadas tras el primer partido, después, los positivos en el equipo les dejaron sin jugar tres partidos en una semana decisiva que podía haberles relanzado y que acabó dejando un calendario comprimido del que el Promete salió malherido. Fichajes frustrados cuando ya estaban a falta de la firma, americanas que apenas aportaron, problemas con el visado que dejaron a Kovacevic un mes alejada... y, pese a todo, se logró la salvación.