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El Rioverde Clavijo intentará este domingo romper su racha negativa de derrotas ante el Real Valladolid. Jenaro Díaz analizó en la previa del partido cómo está su equipo.
- ¿Hay ya cierta presión por la victoria? Los chicos, ¿cómo están anímicamente después de tocar ... varias veces la victoria y no lograrlo?
- Yo lo veo de otra manera, estamos tocando el límite tantas veces que eso nos está haciendo crecer. Y es algo bueno, pero hay que saberlo. Hay que saber que es importante ganar y que tenemos que ganar cuanto antes.Cuando se habla de presión me acuerdo del padre de mi padre, se llamaba Manolo, era minero. Yo bajé a la mina.Me bajaron, en una época regular de estudios, me bajaron a la mina. Y bajé a la mina y el primer día una fiesta. Al tercer día la fiesta era menos. Necesitamos ganar, claro que necesitamos ganar, pero necesitamos seguir moviendo límites.
El otro día aquí, yo creo que hubo un tercer cuarto, incluso partes del cuarto que fueron muy brillantes. Pero creo que los chicos van tan a tope que cuando se nos acabó la gasolina... Creo que quedaban dos minutos cuarenta, estoy recordando, y perdíamos de cuatro o de cinco. Y luego, de repente, en un minuto y pico parecía que no podíamos más. Hay que ir a por todas y hay que ganar. Claro que sí, porque lo de abajo sigue estando superigualado. Somos un equipo que yo creo que día a día estamos mejor, pero con las victorias se mejora más. Se mejora más. Hay que ganar.
- Hablaba el otro día de falta de humildad en los jugadores.
- Hay que entender bien la humildad. Yo estoy de acuerdo. Yo creo que el atrevimiento no tiene nada que ver con la humildad. La humildad es un estilo. Tú tienes que ser atrevido y puedes ser superhumilde. Siendo atrevido parece que no eres humilde. Hay que ser atrevido pero humilde a la vez. Quiere decir que hay que ser capaces de aprender lo que nos pasa.
Pero el problema de por qué no hay humildad ahora, te lo digo yo, es porque en el momento que sucede algo, buscamos fuera de nosotros un culpable o alguien que sea ajeno a nosotros. Eso es lo que yo llamo falta de humildad. Es echar la pelota afuera. No, tengo que ver la pelota dentro de mí. Y las cosas buenas. Pero a ellos por edad les cuesta poner la pelota en su tejado. Yo creo que ese detalle de ver qué es la vida, lo que nos quiere enseñar, nos cuesta. Estamos mejorándolo, estamos trabajando en ello.
Pero los chicos, humanamente son fantásticos, yo diría que lo único que echo de menos era que no pueda tener más tiempo para dedicarles, para ayudarles lo más posible. Echo de menos eso. Que no me pueda dividir en tres para estar más encima de ellos, porque ellos quieren eso. Quieren que les ayudemos, quieren que estemos y quieren estar.
- ¿Está controlando más todo como dijo que iba a hacer?
- Sí, estoy llevándolos así. ¿Por qué? Porque yo creo que en toda la vida el secreto es el equilibrio. La disciplina parece mala, pero es sanísima. ¿Por qué? Porque te hace estar en el orden. Sí, porque te hace estar en el orden, donde tienes que estar. He tomado más protagonismo estas dos últimas semanas, cambiando un poco las cosas y dirigiendo más porque creo que les va a ayudar a ellos a jugar más y a pensar menos.
- Y llega otro equipo potente como el Valladolid.
- Es que cualquier equipo del que hablemos es potente, pero es lo que tenemos. Tengo que darle muchas gracias primero a la afición, que ha venido siempre y sigue viniendo. Porque ellos aportan un 20% de la energía que necesitamos. No voy a decir que el clavijo no mola, pero mola más ser de Michael Jordan, de LeBron James y de esta gente. Yo creo que ese apoyo es lo que nos va a hacer ser diferentes.
Gipuzkoa también venía hacia arriba y por momentos estuvimos ahí. Valladolid tiene un muy buen equipo y un muy buen entrenador que conoce la categoría. Somos diferentes totalmente. Es un equipo que todos saben a lo que juegan, todo lo que hacen. Y nosotros somos un equipo fresco, vivo, dinámico. Va a ser muy duro, pero disfrutemos de ese momento, de esa lucha, de ese trabajo.
- Kevin Torres se mide a su hermano mayor.
- ¿Tú crees que un hermano pequeño puede meterle caña a un hermano mayor? Bastante haremos si Kevin sigue jugando como jugó el último día, que hizo un muy buen partido. Es un chico con un corazón tremendo, muy buen chico. Y que nos va a ayudar muchísimo y que va a ser un superjugador de baloncesto. No lo dudo. Porque él tiene hambre, tiene ganas de trabajar y está en el proceso. Kevin va a ser un muy buen jugador de baloncesto.
Lo que hay que hacer es visualizar y ponerte en lo peor para salvar todas las situaciones. O sea, cuando te pones en lo peor, llegas a casa y parece que no fue nada. Vas a jugar contra tu hermano, que te conoce. Es un reto súper bonito y creo que él está capacitado para hacerlo muy bien. Y si no lo hace bien, si no le sale bien, yo sé que lo va a intentar todo.
- ¿En qué tiene que mejorar el equipo?
- En lo que más tiene que mejorar es en la consistencia. El equilibrio. ¿Qué quiere decir? Por momentos somos brillantes, pero no somos brillantes todo el tiempo. Es lo que es difícil. Lo que hace falta es un equilibrio de experiencia y un equilibrio de equipo. Es lo que más nos hace falta. Más que igual el rebote o el balance defensivo o muchas cosas.
¿Qué es la experiencia? La capacidad que tú tienes de no meterte donde no te tienes que meter. La vida te da ese saber estar y esas cosas que nos faltan.
- ¿Cuál es la pócima del éxito?
- Desde pequeño me enseñaron que la mejor pócima que hay es el trabajo, la disciplina e intentar ser buena gente. Y cuando eres mala gente o te confundes, pedir perdón y para adelante. Gracias y perdón y vas a todos los sitios.
- ¿Es mejor o peor que la liga no pare en Navidad?
- Es buenísima esa pregunta, pero cada vez que tengo que dar una opinión de algo que creo que no voy a cambiar, no opino. No es algo que pueda cambiar, no me preocupa. O sea, si no lo puedo cambiar, ¿qué vamos a hacer? No me preocupa. Me adaptaré y lo haremos lo mejor posible. Les daremos descansos de dos días y medio cuando se pueda dar. También nos paramos un poco de entrenar aquí para ir a entrenar a Lobete. O sea, tranquilidad. El proceso. No preocuparnos. Lo que es, es lo que es. Y nos adaptaremos bien.
- ¿Y usted siente la presión?
- Ojalá dure siete años más, porque sería para mí un éxito estar en una ciudad 14 años, poca gente lo está. Y estoy encantado en Logroño con todo. Primero, estoy agradecido a la junta directiva, que siempre han creído en mí. Y si algún día tienen que tomar una decisión porque ellos creen que hay que dar un cambio, aparte de los cambios típicos de jugadores o lo que sea, también hay que apoyarles en esa decisión. Yo no soy juez de mí mismo. Yo intento cada día trabajar, cada día venir aquí con ánimos nuevos, intentar exigirles, pero también acompañarles. Pero no soy juez de mí mismo. Y respeto las decisiones de los demás. O aprendo de las cosas que me pasan, o entro a comparar y a juzgar. Yo aprendo. Pero no creo que estemos todavía en ese punto, porque todos sabíamos el equipo que íbamos a tener. Sí, estamos en el punto. En el punto de sensibilidad y de inconformismo.
Claro que no nos gusta estar así. Claro que quiero ganar ya. Para salir de esto y ver un poco más de luz, por decirlo así. Pero sabíamos que no iba a ser fácil. Sabíamos que esto iba a pasar. Y a partir de ahí, trabajaremos todos juntos hasta donde se pueda. Hoy he llegado aquí a las seis y cuarto de la mañana a trabajar. Sin ningún problema. A ver cosas, a preparar cosas. Y he entrenado con la ilusión. La misma que me llevó a empezar a entrenar cuando tenía quince años. Y por la que estoy agradecido. Porque yo creo que alguien que hace de su pasión su trabajo cada día tiene que dar las gracias. ¿Me voy a quejar yo de presión? Que he vivido de mi hobby, de lo que me gusta. ¿Con qué cara?No puedo quejarme de nada de esto.
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