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Es una pena que llegue el parón de selecciones porque el Campus Promete lo que quiere es que el ritmo no pare. Le va la marcha. Es tan intenso en su juego, está tan necesitado de la sensación de velocidad que, incluso cuando corre, parece ... que va más despacio de lo que quiere. Sin embargo, está ganando un poso de solidez tan absoluto que transmite una tranquilidad desconocida hasta ahora en cualquier otra circunstancia de juego menos favorable.
Este domingo lo demostró ante el Leganés. El conjunto madrileño se mostró como un equipo con mimbres para que el recién llegado Evaristo Pérez logre enderezar el rumbo de las madrileñas. Pero ni su disposición a la lucha ni su esfuerzo constante por igualar fuerzas con las riojanas fueron suficientes.
Campus Promete
Ayuso (14), Estebas (21); Nogic (19), Kovacevic (5) y Geldof (9) -cinco inicial- Diarra (3), Knezevic, Alarcón (2), Lahuerta, Burani (5) y Ángel.
78
-
67
Leganés
Tate (3), Hermida (8), Jespersen (7), Ruffin (8) y Muhate (8) -cinco inicial- García (4), Koizar (2), Okonkwo (17), Palenikova (7), Sánchez y Mokango (3).
Parciales: 23-16, 45-38 (descanso); 70-50 y 78-67 (final).
Árbitros: Lema, Arresa y González. Sin eliminadas.
César Aneas movió sus fichas de manera brillante. Corrió cuando pudo, aguantó cuando el rival llevó el partido a un punto incómodo, aprovechó a Geldof para cambiar el rumbo del partido y le volvió a dar otro giro para matar a su adversario desde el triple.
El Promete ganó su cuatro partido de siete disputados para mantenerse en la parte alta de la tabla de la Liga Femenina. Lo hizo por 78-67, pero ya antes de que se cerrara el tercer cuarto había hecho lo necesario para guardarse el triunfo en su bolsillo.
Ritmo quería el Campus Promete y ritmo le metió también al choque el Leganés de inicio. Intercambio de golpes pero con las logroñesas más entonadas y con una producción ofensiva que las madrileñas aguantaban como podían gracias a una defensa menos agobiante de lo habitual de las logroñesas. Pese a que las de Aneas dominaban, se les notaba incómodas ante un molesto contrario, que no se dejaba atrapar.
De hecho, mediado el segundo cuarto las de Evaristo Pérez se ponían al mando del partido (26-30), pero un último arreón local le devolvía la máxima distancia (45-38).
Apretaron dientes en el vestuario las riojanas y, con una Geldof dominante atrás y en campo rival, comenzaron a tomar distancia. Fueron Nogic y una sobresaliente Paula Estebas las que acabaron por dinamitar el choque a su favor a base de triples. Primero por dentro, después por fuera. Okonkwo, la mejor de las visitantes, notaba el paso de los minutos y un Leganés con menos fondo de armario ya no alcanzaba para plantar cara a un rival muy superior. El 70-50 con el que acabó el tercer cuarto sonaba a definitivo. Hizo un último intento el cuadro madrileño y llegó a colocarse a once, pero volvió Geldof para volver a cambiar la dinámica y poner el cierre definitivo al encuentro.
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