El Rioverde sufre para sumar la quinta victoria

Y eso que empezó demasiado desordenado y atolondrado, tanto en ataque como en defensa. Le costó al conjunto local, mermado por las bajas de Balasko y Andre Norris, encontrar la fluidez necesaria para sentirse cómodo. Los de Jenaro Díaz no encontraban canasta con facilidad y atrás sufrían con el juego interior del bloque manchego. Pese a todo, el Rioverde se aferró al parqué del Palacio y se mantuvo en partido en el primer cuarto (11-15).

En los segundos diez minutos, los riojanos empezaron a jugar mejor, más sueltos, con un buen Miguel de Pablo como guía y la aportación anotadora de Gonzalo Iglesias. Pero el crecimiento blanquiazul fue en ambos campos, ya que la defensa local comenzó a desarticular el entramado del Talavera, que vio cómo el Rioverde resurgía y se ponía a comandar el marcador con un parcial 9-0 (32-29). No era el mejor de los partidos de los hombres de Jenaro Díaz aunque ya se reconocía un poco más el Clavijo al de jornadas anteriores.

En la segunda parte, el Rioverde metió un punto más de intensidad defensiva y anuló a un Talavera que fue perdiendo fuelle. Creció la figura del uruguayo Gonzalo Iglesias y el partido parecía sentenciado, sobre todo por la renta de 13 tantos que ostentaba. Pero no fue bueno el último cuarto, con muchos minutos sin anotar por parte del Clavijo, que empezó a embarullarse. Tanto que el Talavera llegó a ponerse a tres (59-56). Un triple de De Pablo trajo tranquilidad a los logroñeses, que tuvieron que batallar hasta los últimos segundos.