Retorno a la vieja fragilidad

Tenía muy claro el equipo local que debía hacer daño a los logroñeses bajo los aros, aprovechando las carencias interiores blanquiazules y, además, el dominicano Montero veía el aro rival como una piscina. Se lo puso muy fácil el Clavijo con una defensa muy débil. 11-0 de salida que creció sin oposición hasta un 21-4 ya muy complicado de recuperar con solo cinco minutos disputados.

No evolucionó el duelo hacia un escenario más propicio para los intereses de los de Úriz. De hecho, continuó por los mismos derroteros favorables para los murcianos, que elevaron incluso sus prestaciones en las dos partes de la cancha hasta llevar la renta por encima de la veintena (32-13) en el segundo parcial. Consentía mucho atrás el Clavijo y tampoco se mostraba acertado de cara al aro rival.

Al menos, apretó el Rioverde cuando ya se acercaba el descanso y un parcial de 2-11 le hizo llegar con un halo de vida a la segunda mitad. Pero quedaba por ver si esta reacción había sido fruto de la relajación local tras adquirir una renta tan alta o resultado del despertar blanquiazul.

Y debió ser lo primero porque la vuelta de vestuarios fue de nuevo catastrófica para los objetivos logroñeses. Se repitieron los errores adelante y la fragilidad defensiva de los visitantes y el Archena se disparó definitivamente (61-36). Con quince minutos por delante, solo una hecatombe local podía haber impedido el triunfo final para La Salud.

Y no se produjo porque la renta era ya extremadamente elevada y el Clavijo no estaba en condiciones de optar a un giro milagroso de los acontecimientos.

Ni siquiera pudo defender el Clavijo el 'basket average' particular. Todo lo contrario, la renta local acabó disparándose. Aunque poco importaba porque parece que murcianos y riojanos van a pelear de aquí a final de temporada por objetivos bien distintos.