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El 84-65 sufrido en el Palacio Municipal de Deportes de Vista Alegre de Córdoba no fue lo peor que se trajo el Rioverde Clavijo el domingo. Con toda la fase regular por delante, no toca echarse ya las manos a la cabeza ni iniciar ... crisis y dramas innecesarios. Ahora bien, hay que atajar cuanto antes las vías abiertas en el cascarón de la nave blanquiazul porque son de un calado demasiado importante como para intentar sellarlas mejor hoy que mañana.
Al equipo le faltó energía, esa palabra sin la que no se entiende el baloncesto actual. No vale hablar de bajas o de la juventud de la plantilla porque actitudes como la intensidad, el coraje, el ímpetu o la garra son imprescindibles sobre la pista de partida. Después van el talento o el acierto para inclinar la balanza de uno u otro lado.
Y el Clavijo tiene talento y calidad individual, pero se vio superado durante todo el partido por un rival que sabía que tenía que ir con todo a la batalla. Y con todo fue. Los riojanos no fueron capaces de igualar fuerzas en ningún momento. El Coto Córdoba, con un equipo más bien pequeño y sin jugadores excesivamente físicos sumaron siete rebotes más que el Rioverde (32 frente a 25). Nueve de ellos fueron de ataque, con un jugador como Nixon II, de 1,75 metros, haciéndose con dos de ellos. En el lado opuesto, Arbosa capturó tres balones en el aro rival de los cinco totales. El rebote ha sido uno de los agujeros detectados en pretemporada y, en esta primera jornada, no ha sido resuelto.
Jorge Serna tenía localizado por dónde se había escapado el triunfo recién acabó el encuentro. «Nos ha faltado ese puntito de intensidad, de dureza defensiva, y en ataque nos ha costado encontrar el ritmo. Hay que aprender que en estas ligas cada detalle es importante, y nosotros en algunos nos hemos descuidado, sobre todo defensivamente. En ataque tenemos que mejorar un nuestra circulación y nuestro rebote ofensivo. No hemos tenido continuidad, hemos ido a momentos», explicó el técnico de los capitalinos sobre la cancha cordobesa.
Eso sí, apeló a la bisoñez de su plantilla para justificar que el equipo está en pleno proceso de «aprendizaje». «Tenemos que seguir construyendo. Somos un equipo joven, que sabe que cada semana es un aprendizaje y nos toca prepararnos bien para el siguiente partido», consideraba. Ese aprendizaje tiene que ser rápido porque la liga toma velocidad y este domingo (12.00 horas) llega al Palacio un Zornotza con veteranos de mucho peso en la categoría y que ganó por la mínima (57-56) en la jornada inaugural al Ciudad de Huelva.
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