Recuerdo amargo, necesidad actual

Todo confluye en un duelo de obligaciones a pesar de haberse disputado sólo cuatro jornadas. Las de Jacinto Carbajal y las zamoranas sólo han logrado vencer en uno de sus encuentros (en el caso de Zamarat fue en el 'media day' ante Araski) y necesitan ganar para evitar meterse en problemas. Descolgarse siempre resulta muy complicado, como ya demostró el conjunto logroñés hace dos cursos. Fue precisamente el Quesos El Pastor el rival que le arrebató la plaza de la salvación y en la memoria de los aficionados queda el encuentro de finales de enero del 2018 cuando el Promete cayó ante las castellano-leonesas. Ya es sólo un amargo recuerdo, pero también una advertencia. En muchas ocasiones los objetivos pasan por esos pequeños detalles, por partidos que se escapan por los pelos. Hoy, en el Palacio de los Deportes, no puede haber espacio a las dudas ni a los regalos.

Toca olvidar el recuerdo de hace dos años pero también el más reciente, el del pasado domingo en Valencia. Entonces, las de Jacinto Carbajal se vieron minimizadas por un rival que les aplastó. El Zamora también sabe lo que es ser vapuleado, ya que en esta liga de grandes diferencias, el Girona les dejó en 31 puntos en la segunda jornada.

A las riojanas les toca reaccionar en defensa, en el rebote y en la selección de tiro y mostrar su cara más sólida y rocosa. No es el de hoy partido para lucirse o divertirse, sino para ganar. Enfrente, la gran preocupación es la estadounidense Britanny Mc Phee, que centraliza la cuarta parte de los lanzamientos de Quesos El Pastor. Además, rebotea y está siempre dispuesta a bregar. Junto a ella, las jugadoras más relevantes son otra novata, la habilidosa Laura Cornelius, la interior danesa Jespersen y la pívot Quinn-Asia Urbaniak. Desmontar el peligroso juego interior del Zamora será una de las claves, ya que el Quesos El Pastor confía más en la brega en la pintura que en los destellos desde el exterior. Una dura defensa es la carta de presentación de las castellanas. Toca al Campus Promete ganar para olvidar los dos últimos encuentros en los que nunca estuvieron en partido y dar la primera alegría a la parroquia local.