Sí hay quinta mala para el Campus Promete

Buscó equilibrar las fuerzas en el juego interior César Aneas con la entrada de salida de sus dos torres, Diarra y Geldof, frente a la corpulencia y contundencia de Coulibaly y Cox. La senegalesa estuvo soberbia en este cuarto inicial, con seis puntos y ocho rebotes según unas estadísticas oficiales discutidas desde hace ya varias jornadas por escaparse datos tan importantes para las jugadoras a la hora de aportar números objetivos para valorar sus campañas y obtener contratos en consecuencia. Tampoco lo hizo mal la belga, que respondió a los minutos de más con respecto a los habituales que le concedió su técnico.

No fue un partido de anotación fluida y, si los diez minutos iniciales no habían sido precisamente brillantes en lo ofensivo, en el segundo periodo el marcador se movió de forma más rácana si cabe.

El problema del Promete estaba en que, sin la aportación de las exteriores, el trabajo de las postes se complicaba ante unas rivales que se cerraban más cuando recibían el balón. El juego de las donostiarras era más coral, con una producción mucho más repartida que en el caso de las logroñesas. Las pérdidas de balón también lastraban las posibilidades visitantes.

Se movía tan poco el luminoso que la igualdad era casi obligatoria. 25-21 al descanso y mucho por arreglar en el vestuario, sobre todo en cuanto a lo de sumar se trataba. Ambos empataban en lanzamientos y porcentaje (10 de 33) aunque las riojanas naufragaban desde el triple (un único acierto en diez intentos).

Trató Ayuso de cambiar el signo del partido pero solo Diarra (14 puntos y 17 rebotes) al principio y Geldof (16 y 8) después le acompañaban. Y mientras, en el IDKCox se desató para hacer muchísimo daño tanto bajo los aros como desde el triple para llevar a las de Azu Muguruza a la máxima ventaja (47-31).

Siguieron castigando las donostiarras a un Campus Promete excesivamente azotado por su desatino en la cancha contraria. Cox acabó ajusticiando a su adversario.Y es que, por mucho esfuerzo defensivo que se haga, la victoria tiene todas las posibilidades de alejarse cuando solo se anotan 39 puntos como visitante, tras una segunda mitad todavía peor de cara al aro que la primera.