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Cayó el Campus Promete frente a un adversario directo en un partido para el olvido, estéril en ataque y que demostró una dependencia total de Vanessa Gidden y Leia Dongue. El Extremadura Al-Qázeres festejó por todo lo alto el triunfo por ... lo que valía y lo costoso de ésta, perdiendo a una jugadora como Mujovic y obligando a todas sus jugadoras a asumir su cuota de protagonismo. Eso faltó en las riojanas. Eso y acierto ofensivo, porque ante el aro fue un encuentro negado.
Desde el principio se intuyó ese partido de marcador corto. Ya en la primera mitad, ninguno de los dos conjuntos anotaba con comodidad y los fallos se sucedían desde el tiro exterior. La miga estaba en las zonas y ahí emergió Vanessa Gidden, tras unos encuentros siendo menos protagonista, este viernes logró convertirse en el referente ofensivo y también en el rebote. Más de la mitad de los puntos y casi el 50% de las capturas en ese primer período tuvieron firma de la jamaicana.
Pero su presencia no era suficiente para frenar a un Al-Qázeres más coral. Con variaciones en el dominio, finalmente las riojanas lograron ponerse por delante (9-8, m. 7) y no soltaron el timón hasta el descanso, aunque la renta nunca superó los seis puntos (18-12, m. 13). Desde ahí, la producción se redujo. Mosqueda-Lewis, nuevo fichaje del Promete, obtuvo la titularidad, pero su muñeca no funcionó. Ni un punto en los 20 primeros minutos y una alarmante falta de forma.
El partido seguía consumiendo minutos y las extremeñas lograron igualar a 22 (m. 17) aunque finalmente Gidden, quién si no, volvió a poner a las de Jacinto Carbajal por delante. Quedaba medio partido y el Campus Promete sabía que podía, pero necesitaba sumar compañeras.
Y casi les costó medio cuarto volver a anotar a las riojanas, aunque Ivanovic, de tres, rompió la nula efectividad exterior y devolver la igualdad (27-27, m. 25). En otro cuarto de pobre anotación y casi nulas ventajas, lo más lamentable fue la lesión de Mujovic. Con el 36-34, todo quedaba para el último parcial.
Si antes Gidden necesitaba aliadas, ahora el Promete también la necesitaba a ella. Y, sobre todo, reponerse de un pésimo inicio de cuarto, con tres pérdidas y un parcial de 0-8 con seis puntos consecutivos de Oliveira. A causa de la nula puntería exhibida, parecía imposible remontar el 38-47. Tocaba ir a la desesperada y, en la locura, las de Carbajal lograron sacar la cabeza gracias a Gidden y a Dongue (46-49, m. 39) pero un fallo en el tiro libre y no aprovechar el rebote complicó todo. Una falta no pitada a Silva y un tiro libre de Carter acabaron por el triunfo a las extremeñas aunque como detalle queda el triple sobre la bocina de Mosqueda-Lewis (49-51). Lo podía haber metido antes. Una derrota triste ante un rival directo que complica el presente del Campus Promete ya obligado a no dejar pasar más oportunidades.
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