«Hay pocos equipos a los que tener demasiado respeto»

- Tres partidos, tres victorias... No se puede empezar mejor.

- Estoy encantado, resultaba difícil imaginar un comienzo tan bueno: Clarinós, Bembibre y el pasado fin de semana La Seu, donde pocos equipos pueden ganar.

- ¿Se parece esta segunda etapa a la primera, cuando llegó para suplir a Jorge Elorduy hace casi dos años?

- Se parece, pero con diferencias. Me he encontrado un equipo emocionalmente tocado y lo he ordenado de forma diferente. Hay un equipo con mucho talento. Hace dos años el club iba dos triunfos por debajo del corte, había que remontar eso y el 'basket average'. Ahora hay más partidos y me encontré a un equipo con un triunfo por encima del descenso. Entonces se necesitaba hacer una machada, que casi logramos porque descendimos por el 'average', y ahora hay que ganar los encuentros que se presuponen que se deben ganar para lograrlo. Aunque se pueden perder.

- ¿Cómo se encontró el vestuario?

- Hace dos años lo vi muy tocado y enfrentado con el técnico. En esta ocasión, la losa eran cuatro semanas perdiendo, pero no había mal 'feeling'. Cuando llega un nuevo entrenador, las jugadoras quieren demostrar sus ganas y también que no son parte del problema. Eso suele producir dinámicas positivas.

- También han cambiado roles de jugadoras, como los de Paula Estebas o Stamenkovic. ¿Por qué?

- Stamenkovic jugaba parecido a ahora, pero en momentos en los que no podía hacer daño. Ahora entra en una rotación efectiva. Y Paula me sorprendió que no jugase. Ha sido internacional en categorías inferiores, tiene experiencia, la conozco y me ha funcionado. Tengo confianza en ella, hará partidos buenos y malos, pero tiene una capacidad de toma de decisiones superior a la media de la liga.

- El equipo había vivido una excesiva dependencia de Vannesa Gidden y Leia Dongue. Con usted, el juego parece más coral.

- En el baloncesto moderno intentar que un jugador haga la mayoría de los tiros provoca que elija malas situaciones: las defensas se cargan sobre esas jugadoras y se liberan otras. Nosotros incidimos en que siempre hay que tomar las buenas decisiones para tirar mejor. Además, la mujer está más evolucionada que el hombre, pertenece al grupo y hace que mejore. No está en peleas absurdas por quién es el líder. En el baloncesto femenino, la toma de decisiones es siempre para llegar al éxito; las normas fijas y la excesiva rigidez es lo que crea problemas.

- Después de tres triunfos consecutivos, ¿hay que seguir mirando hacia el descenso?

-Audaces fortuna juvat [la fortuna favorece a los valientes]. Estamos muy concentrados, pero no sólo en mirar hacia abajo, sino al 'play off'. Queremos hacer ver a las jugadoras que jugar el 'play off' es más un reto que un exceso de confianza. No es un objetivo, sino una posibilidad. Estamos a tres triunfos del descenso y a uno del 'play off'. Creo que contentarme con el objetivo de la salvación podría ser más negativo que mirar hacia arriba. Hacerlo hacia abajo puede relajar más.

- Llegan retos como Valencia, Zamora y Girona ¿Cómo los afronta?

- Hay pocos equipos a los que debamos tener demasiado respeto. Está claro que si me dan a elegir ganar a Valencia o a Zamora, prefiero el de Zamora, por su valor doble. Pero hay que ser ambiciosos. Tenemos todo lo necesitamos, aunque la plantilla es un poco corta y siempre puede aparecer la sombra de las lesiones. Esperemos que no nos falle nada, porque si no podrían aparecer problemas.

- La afición se había quedado un poco fría. ¿Cómo animarle a que vuelva al Palacio?

- Éramos el peor ataque de la liga y el otro día hicimos 80 puntos. Nuestro trabajo de márketing en la cancha es divertir al público. No podemos aburrir. Además, las victorias también ayudan.