La plata conquistada por la selección española en el Eurobasket femenino tuvo el sabor amargo de la derrota en una final que dominó durante gran parte del partido pero que se escapó en un último cuarto para el olvido. Las lágrimas y la decepción ... de las primeras horas han dado paso al análisis reflexivo de un éxito que devuelve una tendencia ganadora solo al alcance de la hegemónica Estados Unidos.
Publicidad
Son ya ocho medallas en la última década, con la plata olímpica de Río 2016, una plata y un bronce mundialistas en 2014 y 2018, y tres oros (2013, 2017 y 2019), una plata (2023) y un bronce (2015) europeos. En esta década prodigiosa para el baloncesto femenino española la selección absoluta solo se ha caído del podio en los Juegos Olímpicos de Tokio, donde cedió ante Francia en cuartos de final; en el Mundial de Australia de 2022, para el que no se clasificó, y en el Eurobasket de 2021, donde fue séptima.
Así las cosas, España acumulaba tres torneos sin medalla tras siete competiciones consecutivas tocando metal. Miguel Méndez asumía en este Eurobasket el reto de continuar con el relevo generacional iniciado en 2021 tras el abrupto final de la exitosa era Mondelo. Lo hacía además con el objetivo prioritario de conseguir uno de los cinco billetes para los torneos preolímpicos en juego y la vista puesta en París 2024. Ha cumplido con nota y el amargo sabor de la derrota en una final que durante muchos minutos estuvo en terreno español dejará paso al valor que la plata merece.
La clave de este reencuentro con el éxito de una selección que durante muchos años vivió solo a la sombra de la intratable Estados Unidos ha llegado de la mano de la unión entre el talento de la nueva generación y la jerarquía de las veteranas que vivieron en primera persona los días de vino y rosas. Alba Torrens, Queralt Casas, Silvia Domínguez, Laura Gil, Leonor Rodríguez y Cristina Ouviña han guiado en su adaptación a la selección a jóvenes como Raquel Carrera, Maite Cazorla, Paula Ginzo, María Conde, Laura Quevedo y Lola Pendande y de esa mezcla ha llegado el retorno a la elite.
El siguiente objetivo de España pasa ahora por el torneo preolímpico al que se ha ganado derecho en este Eurobasket. La transición marcada por el relevo generacional parece completa y su resultado invita al optimismo. También lo hacen los continuos éxitos en categorías inferiores, que como en los equipos de base masculinos siguen animando cada verano con una auténtica lluvia de medallas. Por lo pronto, la selección ha regresado al podio continental, un lugar de honor del que solo se ha bajado dos veces en los últimos 22 años.
¡Oferta 136 Aniversario!
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Te puede interesar
Publicidad
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.