Pichel asume el reto de dirigir al Clavijo con la ambición de lograr un nuevo triunfo

De hecho, Pichel ya se sentó en el banquillo en el inicio de temporada cuando Jenaro Díaz tuvo que cumplir una sanción de cinco partidos por su expulsión en el último encuentro del 'play off' de ascenso en Menorca. Su balance al frente de los blanquiazules fue positivo, con dos triunfos frente al Betis (62-56) y Menorca (64-55). «De esos cinco partidos repito dos rivales», explicó ayer Pichel. «A ver si también se repiten los resultados», agregó el madrileño.

Como es de suponer, después de los hechos del domingo Pichel ha estado con Jenaro Díaz. «Está bien. Está tranquilo y creo que dejó claro lo que pensaba y las disculpas que pidió. Es una situación que todos la entendemos cómo ha sido. Ha sido un error y todos somos adultos y cuando ocurren estas cosas lo que importa es cómo se gestionan», indicó Pichel.

Con respecto a la derrota ante el Alimerka Oviedo, el madrileño lamentó la suerte del equipo riojano. «Los partidos se definen en detalles muy pequeños. Entonces es una lástima porque creo que los chicos hicieron un esfuerzo muy grande durante todo el partido. Estamos jugando mucho mejor que a principio de temporada y nos sale cruz en un final igualado porque se lo lleva Oviedo sobre la bocina», señaló Pichel. «Estamos todos un poco fastidiados», agregó.

Pero el míster quiere que la plantilla del Rioverde cambie de chip y ponga toda su atención en el Betis, próximo rival del conjunto logroñés. «Después de la derrota estamos jodidos, porque cuando pierdes sobre la bocina no esperamos que estén de otra manera. Ahora toca limpiar la cabeza y sabemos que esto del deporte lo bueno que tiene es que tienes una oportunidad en breve y debemos afrontarla con la mayor ambición que podamos», sintetizó Pichel.