La permanencia pasa por ganar en casa

Porque por la cancha de la capital riojana pasarán la mayoría de equipos que tienen el mismo propósito y deseo que los habituales inquilinos del Palacio de los Deportes. Le quedan al Rioverde ocho partidos como local. Alicante, Coruña, Cáceres, Oviedo, Lleida, Cantabria, Castelló y Ourense.

Alicante llega con una dinámica positiva de tres victorias consecutivas y Coruña es uno de los equipos que mejor juego practican y mejores resultados obtienen. Habrá que ver lo que se puede sacar de estos dos duelos. Pero, pese a la complicada situación de los logroñeses –colistas y a tres victorias de la salvación–, la paciencia y la confianza debe ser clave en estos partidos y, se den los resultados que se den, no hay que desesperar porque será a partir de entonces cuando el Clavijo se jugará el todo por el todo. Y es que la siguiente parada en el Palacio será doble. Dos partidos consecutivos ante rivales que están mirando con recelo para abajo y en los que también entrará en juego el 'basket average'. Cáceres y Oviedo, vicecolista y décimo. De este par de duelos sí que debería salir reforzado el cuadro dirigido por Jenaro Díaz o la salvación quedaría fuertemente comprometida.

El Lleida sería el siguiente visitante al feudo blanquiazul. Sexto en la tabla, es el rival en principio de más enjundia contra el que el Clavijo ejercerá de anfitrión. Le seguirán Cantabria y Castelló, decimoquinto y decimosexto respectivamente. Otros dos combates vitales en la lucha por seguir un año más en la categoría de plata del baloncesto español. La fase regular en el Palacio se cierra ante el Ourense en la penúltima jornada liguera. Si, como desean todos los aficionados riojanos, el Rioverde mantiene todavía las opciones de permanencia, la situación en la que lleguen los gallegos puede ser muy importante. Ahora mismo, son novenos, cerrando los puestos de acceso al 'play off' de ascenso, y para el 5 de mayo, fecha en la que está marcada la jornada, pueden estar peleando por entrar en ellos, llegar ya con los deberes hechos de la clasificación o estar fuera de ellos y con la relajación de haberse quedado sin objetivos. Muchas variables por desvelar todavía.

Pero, antes de entrar en las cuentas de la lechera, el Rioverde Clavijo está centrado en el choque del domingo ante el Alicante. El nivel de intensidad de los entrenamientos impuesto por los técnicos en esta semana es máximo, más si cabe de lo habitual, con defensas al límite y concentración máxima. Poco espacio para bromas.