Alberto Ruiz de Galarreta (Logroño, 1983) vivió momentos de crisis deportiva cuando tras salir del Clavijo y pasar por Iraurgi se quedó esperando una oferta que le llenase, una llamada que nunca llegó. Tras meses de incertidumbre y parón, se marchó a Valencia a jugar ... a una categoría aficionada para, el pasado verano, recalar en el UBU Tizona de Leb Plata. Hoy, el equipo burgalés vuelve a ser de Oro, tras acabar tercero en la inconclusa liga, y el riojano está muy cerca de renovar y encarar su decimosexto curso en la que él considera su «categoría fetiche».
– El Tizona vuelve a Oro. ¿Lo hará con Alberto Ruiz de Galarreta?
– Está todo apalabrado. Hace unos días les confirmaron el ascenso y ya me habían dicho que querían contar conmigo. Eso es muy de agradecer.
«Me encantaría seguir tres o cuatro años, disfruto cada día. Y luego, creo que mi sitio serán los banquillos»
– Pasó por momentos duros a finales del 2018, ¿llegó a pensar en dejar el baloncesto?
– Cuando iba hacia Valencia, a jugar a una categoría no profesional para divertirme, me decía: disfruta mucho de esto, porque llegué a pensar que me quedaba muy poco baloncesto. Y ahora regreso a Leb Oro. Las vueltas que da la vida...
– El Tizona le rescata en ese momento complicado para Plata...
– Desde la humildad, el UBU Tizona sabía que debía coger fuerza para volver a ser ese proyecto importante que ha sido y que mereció estar en ACB. Es un proyecto importante y yo estoy encantado de jugar en Oro con ellos.
– Cerca de cumplir 37 años, ¿cómo se encuentra?
– Me siento bien y, con el paso del tiempo, cada vez me cuido más. Pero es cierto que el cuerpo acusa el ritmo de entrenamientos, sientes pequeños dolores... pero es normal.
– ¿Perdió alguna vez las ganas?
– No, sigo siendo un privilegiado por trabajar en lo que amo y quiero estar jugando hasta que el cuerpo me diga basta o ya no me quieran.
– ¿Cómo valoraría la pasada temporada?
– Estoy muy contento, en primer lugar, por el ascenso. Nos lo merecimos, fuimos los primeros de la Conferencia Oeste e íbamos terceros cuando se paró la liga. Y, a nivel personal, mis números fueron muy buenos: 14 puntos por partido, máximo anotador del equipo, el que jugué más minutos... Un buen año.
– Vuelve a una Leb Oro que conoce bien. ¿Espera una categoría distinta por esta pandemia?
– Creo que será parecida a la que dejé. Habrá equipos como Breogán, Palencia, Melilla... que son clásicos y estarán arriba; otros en la zona media; y otros que lo tendrán complicado con los tiempos que vendrán. Pero creo que no va a ser diferente de la liga actual. Una categoría más ajustada económicamente que esta Leb Oro es imposible.
– ¿Cuáles son sus planes de futuro?
– Me encantaría seguir tres o cuatros años porque mientras me dé el cuerpo, disfruto cada día. Y luego, creo que mi sitio serán los banquillos.