Otro paso atrás del Rioja Vega

El fiasco de este domingo en el Palacio ha sido mayúsculo. Siempre por detrás, el equipo lo ha intentado a tirones, pero siempre dejando escapar la presa una y otra vez. El Cantabria, guiado por Norris y asentado en un poderoso juego interior, algo de lo que carece el Rioja Vega, han podido aguantar todos los empellones hasta hacerse con un triunfo que les acerca al objetivo que cada vez está más lejano para los riojanos.

Desde la línea de tres se ha mantenido vivo el Bodegas Rioja Vega durante los dos primeros cuartos del partido. A arreones, los de Jenaro Díaz han vivido siempre a remolque debido al acierto del Igualatorio Cantabria Estela. Haciendo la goma, los riojanos lograban minimizar la renta de los montañeses para desaparecer después y permitir de nuevo que estos se adelantasen. 9-17, 15-17, 15-28 y 20-28 para cerrar el cuarto con dos tiros libres de Noguerol.

No ha cambiado nada en el segundo parcial. Norris y Nakidjim han sumado para los cántabros y, siempre a la contra, cuatro triples de Noguerol y uno de Lafuente han permitido a los riojanos colocarse a dos puntos a falta de un minuto para el descanso (44-46). Pero otra pájara, la enésima, ha vuelto a poner el partido cuesta arriba para los locales, que se han ido a los vestuarios con un 46-52 en contra.

Lo peor ha llegado después. En siete minutos del tercer parcial, el Rioja Vega sólo ha logrado anotar tres puntos y todos de tiros libres. Con esa ausencia total de ideas y punterías, los cántabros se han ido hasta el 49-62. En otro golpe de carácter, los de Jenaro Díaz se han acercado un poco hasta el 58-67 aunque sin demasiada convicción.

Los nervios se han multiplicado cuando dos tiros libres han colocado al Igualatorio Cantabria Estela con once puntos de renta (58-69). Sólo la desesperada servía. Y a base de triples, uno de Lafuente y dos consecutivos del debutante Louissaint han puesto algo de masa en la brecha (67-74, m. 34). Pero la quinta falta de Nissen, que ha permitido tres tiros libres de Palazuelos, un error desde el exterior de Jordan, un imperdonable error de Saintel han dado alas a los santanderinos (71-82, m. 37). Al final, decepción por haberlo tenido cerca pero siempre lejos del alcance de la mano.