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El Rioverde Clavijo afronta su segunda salida de la liga este sábado ante el Ourense. La primera experiencia no fue según lo esperado y el conjunto blanquiazul salió trasquilado en su estreno ante el Alicante en el retorno a LEB Oro. Jenaro Díaz admite que ... es difícil hacer lectura de un duelo en el que su equipo «no compareció», pero también lo toma como parte de un aprendizaje de un 'roster' joven e inexperto en la categoría que, pese a todo, ya ha sumado su primer triunfo ante el Betis en un épico partido en el Palacio de los Deportes logroñés.
-¿Qué tal ha ido la semana después del primer triunfo en casa?
-La verdad es que la semana con estos chicos siempre va bastante bien. Pero el ser humano tiende a relajarse. Tendemos a olvidar que lo que nos lleva, lo que hemos conseguido aquí el domingo es una actitud, es un trabajo. Entonces hay que apretar de vez en cuando para volver a encontrar las sensaciones que tuvimos aquí el domingo. Pero el equipo está muy bien, la verdad es que el día a día es lo más resaltable del equipo. Es lo mejor que tiene el equipo, su trabajo diario y las ganas de mejorar.
-¿Cómo es este rival de sábado?
-Es una liga súper fuerte, es un rival súper fuerte y encima podemos añadir que viene una buena dinámica. Ourense tiene un equilibrio del juego interior y el juego exterior muy bueno. Tiene jugadores que ya conocen la liga y que saben lo que es y jugadores nuevos que están aportando muchísimo. Es un equipo al que respeto muchísimo. Ourense tradicionalmente se ha enfrentado muchas veces al Clavijo, nos hemos enfrentado hace poco en un 'play off' de ascenso. Es un rival muy duro en su casa, va a ser muy difícil, pero no deja de ser un reto más. O sea, es una oportunidad para ver qué hemos aprendido de lo que no hicimos en el último viaje a Alicante y una oportunidad para que los chicos sigan creciendo y sigan dando lo mejor de ellos.
-¿Se nota mucha diferencia de jugar en el Palacio a hacerlo fuera?
-Sí, toda. Es muy fácil, hay una emoción compartida entre el equipo y la afición que es la entrega y la lucha. Yo creo que el equipo se entrega y lucha a tope, como lucharía cualquier aficionado. Y entonces el jugador se ve retroalimentado por las vibraciones que hay en la grada y eso se potencia al máximo. Cuando estás fuera, estás solo. Estás solo y cuesta mucho más arrancar, cuesta mucho más hacer las cosas, es muy difícil. Y, sobre todo, con la inmadurez que tenemos en el sentido de que no es un equipo experto el que tenemos. Entonces les cuesta más. Pero creo que hay que intentar arrancar. El Palacio la verdad que está muy bien y en nuestra casa hay que intentar siempre tener esas vibraciones comunes porque se crea algo que es muy bonito.
-¿Qué aspectos positivos hay que trasladar de este partido en casa a fuera de casa y qué aspectos negativos del primer partido no hay que repetir ahora en el segundo lejos de casa?
-¡Uff! Es muy difícil analizar el primer partido, muy difícil. Porque no estuvimos. Cuando no estás no es que haya que mejorar un poco esto, un poco eso otro, sino que lo primero que hay que mejorar es que tienes que estar. Lo que tenemos que hacer en Orense es estar a un nivel alto y repetir cosas que hicimos buenas en el Palacio que creo que nos pueden ayudar muchísimo para estar en el partido todo el tiempo. Para mí el gran problema de Alicante es que no nos sirvió el partido, no nos hizo mejores. Yo entiendo que en el partido de Orense vamos a luchar a muerte, a pelear, y aunque Ourense nos gane, estará moviendo nuestro límite, nos estará ayudando. En el caso de Alicante no pasó, pero sí que ayudó a una reflexión muy fuerte, una reflexión sobre que no habíamos estado bien. Yo le comentaba el otro día a los chicos que el viaje de vuelta a Alicante quizá haya sido el viaje que menos he oído hablar a la gente. Casi nadie hablaba. Son gente con muy buen corazón, con muchas ganas de trabajar y eso se ha notado, se nota en la energía que tiene el equipo. Y yo creo que todavía podemos dar muchísimo más. Es un reto jugar fuera de tu casa y una cancha difícil como es la de Orense, ante un equipo que viene de una muy buena dinámica. Queremos competir y estar en el partido.
-Con nueve novatos, ¿se quitaron un peso de encima con el triunfo ante el Betis?
-Hay algo ahí por ser el novato. Pero ojalá fuésemos novatos siempre para ser capaces de afrontar cada cosa como algo nuevo y disfrutarla al doble. Sí que es verdad que hay algo que vamos a llamar presión. No sé cómo llamarlo, no me gusta llamarlo presión porque parece que es algo abstracto. Todos tenían muchas ganas, quizá excesivas, de ganar. Y están tan mal como las pocas ganas. Con el triunfo se quita un poco una tapa. Y ya que el tarro lo hemos abierto, dejémoslo abierto. O sea, nos tiene que ayudar a competir, a luchar, a pelear y estar a tope en Orense.
-¿Echa en falta puntos de gente que se supone que tiene que aportar más ofensivamente?
-No suelo echar de menos nada porque acepto lo que somos. Me gustaría que nuestro ataque evolucionase más rápido porque está tardando en evolucionar. Pero no voy a engañar, he trabajado un 90% defensa. Entonces, parte de la culpa es mía. Habíamos hecho una construcción de equipo basada en el grupo y el tema de ataque lo hemos tocado, pero no con la profundidad que haría falta. Creo que este equipo va a atacar muy bien. Pero basamos todo en un sentimiento grupal y un sentimiento defensivo.
-¿Nota la ausencia de Bafutto aunque Nicolau lo esté haciendo muy bien?
-Javier Nicolau siempre ha estado a un nivel muy alto. Cuando lo hemos tenido en Plata, desde el primer día que ha llegado aquí, ha tenido un nivel muy alto. Porque es una toma de decisiones acertada siempre. Es un chico que trabaja para el equipo, que comunica para el equipo, se da siempre, es un lujo. Con Bafutto estábamos entrando en un punto de que empezaba a comprender de qué iba esto y le ha parado la lesión. Esperemos que se reactive rápido. ¿Por qué? Porque creo que es una gran referencia para nosotros y que nos podría ayudar muchísimo. Pero también quiero decir que Tamba se ha ido adaptando. O sea, el salto que da Tamba del segundo partido al primero y el salto que está dando cada día entrenando es increíble. Cuando hay un lesionado, hay huecos que llenar y hay gente dispuesta a llenarlos. Quiero que Bafutto vuelva cuanto antes, pero quiero que la actitud de Tamba siga siendo la que está haciendo esta semana. Muy buena.
-La liga empezó un poco loca, con resultados igual inesperados, ¿no?
- Para mí, no. Tendemos a jugar en la vida solo una liga, que es la liga del talento. Pero hay una liga que está antes que es la liga del esfuerzo y la energía. Entonces, vemos el ejemplo del Oviedo, que creo que es un gran equipo y muy bien entrenado. Oviedo ha puesto la energía al límite y el esfuerzo al límite y, como no lo iguales, no llegas a jugar el partido del talento. En el último partido contra Estudiantes, la energía de Oviedo y su esfuerzo no fue igualado. En el momento que lo iguale, Estudiantes en el partido del talento es de lo mejor de la liga. Pero Fuenlabrada es de lo mejor de la liga, San Pablo es de lo mejor de la liga. ¿Qué pasa? Hay que igualar ese nivel de esfuerzo, de energía y de grupo. Ser un equipo para poder llegar al partido del talento y, ahí sí, estos equipos son mucho mejores. Pero también es verdad que estamos empezando. Estudiantes, Fuenlabrada, San Pablo Burgos, por ejemplo, al final van a estar ahí. Pero, volvemos a lo de antes, salir fuera de casa es complicado en esta liga. No olvidemos por ejemplo a Alicante. Nos gana a nosotros muy fácil, viene de ganar a Estudiantes también muy fácil en el partido último de presentación y va a Coruña y pierde. Nuestro equipo, con energía, con trabajo, con disciplina, con esfuerzo, con plan de partido, compite. Sin esto, somos muy vulnerables.
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