La sexta derrota consecutiva y la segunda en la liguilla por la permanencia hacen que el Bodegas Rioja Vega entre en barrena. Los logroñeses cayeron ayer en Hospitalet y se complican en la lucha por evitar el abismo de la EBA. Toca ir partido a ... partido para enmendar los numerosos errores, pero sin encontrar el ritmo, acostumbrados a los continuos vaivenes, sin acierto y con una notable debilidad mental, va a resultar complicado.
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Hospitalet
73
-
57
Rioja Vega
Hospitalet (13+22+16+22) Creus (13), Lozoya (15), San Epifanio (13), Homs (6) y Nakidjim (14) -cinco inicial- Iván García (6), Guía (2), Balastegui (0) y Baques (0).
Rioja Vega (10+19+16+12) Portález (6), Javi Marín (8), Bieshaar (7), Beau Justice (7) y Manchón (2) -cinco incial- Mario Álvarez (0), Jordà (14), Lafuente (11), Alderete (2) y Paukste (0).
Árbitros Wiot y García. Sin eliminados.
Incidencias Segundo partido de la liguilla por la permanencia en Leb Plata.
El de ayer fue un inicio lamentable, con un 13-2 para los locales, pero lo aciago de esos ocho minutos se dilucidó con un 0-8 gracias a dos triples de Lafuente y Marín y una canasta del propio Lafuente para acabar el parcial con 13-10. Desde el exterior también lograron los de Jenaro Díaz la primera ventaja (17-18, m. 13) pero el juego era impreciso e iba a tirones, con el Hospitalet retomando la ventaja y los riojanos aferrándose al choque con triples de Beau Justice y Bieshaar (35-29, m. 20).
Los catalanes salieron mejor tras el descanso y superaron de nuevo la renta de diez (42-31, m. 25) pero cuando se complican las cosas, el Rioja Vega crece, aunque a veces resulte tarde. Parecía que iba a lograrlo con el 48-45 pero, sobre la bocina y desde su casa, Creus ponía a los riojanos a seis puntos. Un mazazo. Otra vez a remar, de nuevo a acercarse y, cómo no, repetición de la historia. El Hospitalet recuperó el tino y, a pesar de estar cargado de faltas, mantuvo la templanza para colocar un parcial de 10-0 y abrir otra brecha de doce puntos (61-49, m. 35). Demasiado complicado para remontar. Es más, se repitieron los errores, las pérdidas y las desconexiones, mayores en el último tramo, que condenaron al Clavijo a un 73-57 final. El domingo, en el Palacio, ya es obligatorio ganar.
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