Un segundo de emoción, 25.000 dólares de multa

Buddy Hield es el último en ser sancionado por pegarle una patada al balón y enviarlo a la grada a la conclusión del partido que su equipo, Sacramento Kings, ganó a Boston Celtics por 100-99 en el Golden 1 Center el 17 de noviembre después de que su rival fallara la última canasta.

El escolta bahameño, de 26 años, fue el mejor de aquel partido con 35 puntos, 6 rebotes, 7 triples y 4 robos de balón. La victoria, en la mejor anotación de la temporada de Hield, supuso romper una gran racha triunfal de los Celtics. Esos 25.000 dólares seguro que le duelen menos a Hield tras su renovación de hace solo unos días.

Y es que el pasado día 21 renovó su contrato tras días de tensión, y algunas declaraciones altisonantes, con una prórroga por cuatro años a cambio de 86 millones de dólares y 20 millones en posibles incentivos, aspecto que desbloqueó la situación.

Hield, que ya completó una brillante temporada (promedió 20,7 puntos, 5 rebotes y 2,5 asistencias en 82 partidos -todos como titular- tras meter el 42,7% de sus tiros triples), percibe esta temporada 4,86 millones de dólares correspondientes al último año de su antiguo contrato y la extensión entrará en vigor en el curso 2020-2021 finalizando en 2024.

Esta campaña Patrick Beverley había sido el primero en recibir esta sanción el pasado 24 de octubre al final del Clippers-Lakers del Staples Center... recreando así el mismo impulso que ya tuvo en diciembre de 2018.

Aquella vez lo lanzó contra un seguidor de los Mavs y la multa fue idéntica. No se pudieron ver imágenes y la NBA no quiso indicar la fuerza o siquiera el grado de intencionalidad.

Precisamente ante un aficionado de los Mavericks sacó de quicio a Dwight Howard en 2017 con sus insultos, el pívot perdió los nervios y respondió de esta forma ganándose la técnica y 25.000 dólares de multa.

A principio de 2019 Andre Iguodala también fue multado por la NBA con 25.000 dólares aunque su versión era que no deseaba lanzar el balón a la grada en el Blazers-Warriors en Portland sino intentar una canasta de medio campo.

Unos días antes Kyrie Irving, con Boston Celtics, lanzó con violencia la pelota a la grada porque interpretó que Jamal Murray le faltaba al respeto cuando intentó un triple en los últimos instantes del duelo para llegar a los 50 puntos del segundo con Nuggets.

Viendo el asunto con perspectiva podemos decir que Carmelo Anthony, que ahora va a ser compañero de Paul Gasol en Portland Trail Blazers, fue afortunado porque un 7 de diciembre de 2005 era sancionado por lanzar el balón a la grada en el Pepsi Center con 5.000 dólares. De hecho, ahora cualquier falta de respeto con los árbitros o abuso verbal con los aficionados se castiga con los famosos 25.000 dólares.