El año en el que Kobe Bryant anunció su retirada

«Esta temporada te daré todo lo que me queda dentro. Mi corazón puede soportar los golpes, mi mente puede manejar la rutina, pero mi cuerpo sabe que es la hora de decir adiós». Así se dirigía Kobe en dicha carta, tratando de tú a tú al deporte que le dio todo.

Cinco anillos, dos veces MVP de las finales, 17 veces 'all-star', tercer máximo anotador de la historia de la NBA e infinidad de marcas y récords como aquella mañana de un domingo de enero de 2006 (tarde en España) en la que le metió 81 puntos a los Raptors de Toronto. Con Kobe se marchó un auténtico líder de su generación, el jugador más parecido a Michael Jordan, y para muchos el segundo mejor de la historia tras el mítico '23'.

El escolta estadounidense se despidió después 20 años de carrera con etapas muy diferentes: unos primeros años de mates y vuelos de un jovencísimo Kobe seguidos de la era del dúo con Shaquille O'Neal en los Lakers con tres anillos seguidos. Con la salida del pívot y los rumores de una posible enemistad entre ambos llegaron unos años de sequía para la franquicia de California hasta que en 2008 aterrizó en Los Ángeles Pau Gasol, que junto a Kobe, Lamar Odom, Derek Fisher y Phil Jackson en el banquillo celebraron dos títulos más, incluyendo aquella épica final de 2010 ante los Celtics de Boston resuelta en el séptimo partido. Más tarde se marcharon jugadores, Kobe y Pau se quedaron solos, y el de Sant Boi tampoco aguantó y se fue a Chicago. Las lesiones llegaron y frenaron al escolta de los Lakers, cuyo rendimiento estuvo muy por debajo de lo habitual las siguientes temporadas.

Pero Kobe Bryan se marchó también con algún borrón en su historial. Al margen del escándalo extradeportivo que tuvo en 2003 cuando fue acusado de agresión sexual, en lo únicamente referente al baloncesto nunca se sabrá cuánto habrían durado aquellos Lakers si Bryant y O'Neal no hubiesen acabado como acabaron o si el escolta hubiese hecho lo mismo que otras estrellas de su generación, como Tim Duncan o Dirk Nowitzki, que se bajaron considerablemente el sueldo para que su equipo contratase a otras grandes estrellas y pudieran seguir optando al título. Jugadores como Duncan, Nowitzki y otros como Kevin Garnett, Paul Pierce o Vince Carter fueron los últimos reductos de una generación de oro en la NBA. Una generación que reinventó el baloncesto tras la marcha de Jordan y que dejó el testigo a buen recaudo con los LeBron James, Kevin Durant, Curry, James Harden o Anthony Davis.

«Estoy listo para dejarte ir. Quiero que lo sepas. Ahora sí que ambos podemos saborear cada momento que nos queda juntos. Lo bueno y lo malo. Nos hemos dado todo lo que tenemos. Siempre seré aquel niño, con los calcetines enrollados, la basura en la esquina, 5 segundos en el reloj y el balón en mis manos».

Con estas palabras y una cuenta atrás concluía Kobe Bryant su carta de despedida. ¡Gracias por todo! DEP.