La NBA se convierte en un cuadrilátero de boxeo

A partir de ese momento se desataron todos los infiernos. Lopez lanzó el puño derecho tratando de alcanzar el rostro de Ibaka. Respondió éste con la izquierda mientras los restantes integrantes de los Bulls y los Raptors acudían a la melé que se había formado, en el centro de la cual se ubicaban los dos protagonistas del desafortunado incidente y uno de los árbitros que trataba de interponerse entre los inesperados púgiles. PJTucker logró apartar finalmente a Ibaka del perímetro que se había convertido por unos instantes en cuadrilátero de boxeo. Mirotic, con quien Ibaka suele disputarse un puesto en la selección española, pedía explicaciones mientras el 9 de los Raptors ponía rumbo a los vestuarios. Ni él ni Lopez regresarían a la pista en un choque que se saldó con victoria por dos puntos del equipo de Toronto en la prórroga (122-120). Los colegiados decretaron la expulsión de ambos. Como hombre, tenía que defenderme. No voy a quedarme ahí mirando como alguien me pega para luego salir corriendo. Tenía que defenderme y eso es lo que hice, trató de justificarse Ibaka posteriormente.

La NBA volvía a vivir un día de furia. Nada nuevo bajo el sol. Apenas dos jornadas antes, los árbitros tuvieron que resolver con faltas técnicas los encontronazos entre jugadores de los Golden State Warriors y de los Oklahoma City Thunder, equipos que protagonizan una enconada rivalidad desde que Kevin Durant fichase por el equipo de la Bahía de San Francisco. Ni la ausencia de Durantula, lesionado a raíz de un infortunado golpe propinado por su compañero Zaza Pachulia, sirvió para calmar las aguas. Un enganchón entre Semaj Christon y Stephen Curry derivó en un tangana en la que se vieron implicados Russell Westbrook y Draymond Green, dos caracteres de armas tomar. La pelea no sacó del partido al conjunto que dirige Steve Kerr, pero sí a míster triple-doble, que concluyó el encuentro muy lejos de sus guarismos habituales. Draymond Green ya se las había tenido tiesas con Paul Pierce y con Blake Griffin en un partido disputado en febrero ante Los Angeles Clippers en el Oracle Arena.

La semana pasada fueron D'Angelo Russell y Nick Young, de los Lakers, quienes se encararon con Greg Monroe, de los Bucks, en un encuentro en el que acabó imponiéndose el conjunto de Milwaukee y que cercenó cualquier opción de que los californianos estuviesen en los playoffs. La tangana, originada por un empujón del pívot de los Bucks, acabó con los tres expulsados y posteriormente multados. El que se llevó la sanción más alta fue Monroe, 35.000 dólares, una minucia para un jugador que cobra 15,6 millones de dólares esta campaña. Aunque a la hora de hablar de estrellas pendencieras, la palma se la lleva DeMarcus Cousins, ahora en los New Orlean Pelicans y que perteneciendo aún a la plantilla de los Sacramento Kings protagonizó numerosos altercados como el que le sacó de un partido en el que empujó al entrenador ayudante de los Bulls. Las estrellas de la NBA arden, y no para bien.