Motivos para ilusionarse

Este domingo, en la primera prueba del segundo proyecto del Clavijo en Leb Plata, el público disfrutó de una contundente victoria, juego rápido y buena defensa. Los de Jenaro Díaz estuvieron acertados de cara al aro y también muy inteligentes a la hora de cerrar a las armas ofensivas del Innova Chef Zamora.

Muy pronto encontró el Rioja Vega la brecha por las que atacar a los castellanos. Los centímetros de Paukste y la muñeca de Beau Justice, sumado al acierto exterior cuando los adversarios cerraban su defensa, dieron como resultado una rápida renta cercana a los diez puntos (13-4, m. 5). Los mismos nueve puntos de diferencia cerrarían el primer parcial gracias al acierto exterior de López (21-12).

La capacidad reboteadora de los riojanos seguía marcando las diferencias. Y la intensidad. Jenaro Díaz quería un equipo entregado y lo encontró, algo que se reflejó en el marcador, que siguió creciendo en el ecuador del segundo cuarto con cuatro puntos consecutivos de Manchón y un aplaudido triple del canterano Miguel de Pablo (33-19). El intercambio de golpes favorecía a los locales, que intercambiaban el rol de anotador. Antes del descanso fueron Alderete y de nuevo Beau Justice los que mantuvieron la cómoda renta (40-26).

Tocaba sentenciar y un triple de Jordá, nada más volver de los vestuarios, y una canasta de Manchón lo hicieron. La diferencia ya rondaba la veintena (45-26) y llegaría en la recta final con una buena penetración de Manchón (56-36, m. 30).

Salvo debacle, el partido estaba ganado. Pero este domingo era el momento de lucir músculo, de atraer, de gustarse y gustar. Y los de Jenaro Díaz lo hicieron con otro demoledor pisotón al acelerador. Manchón, un triple de López, otro de Mario Álvarez y un 'alley oop' culminado por López puso el marcador en 66-36 cuando restaban siete minutos.

Dejar a un rival en 36 puntos en 33 minutos es todo un logro, más si se trata de un adversario con miras altas. Pero el Rioja Vega lo logró y, además, hasta los últimos minutos, no dejó de pelear y de atacar. Disfrutó Miguel de Pablo de muchos minutos para forjarse y hasta el joven Íñigo Ibáñez jugó cinco minutos y anotó un aplaudido triple antes del final (79-55). Motivos todos para la fiesta. El Rioja Vega ya está aquí y da motivos para ilusionarse. Pero de nada sirve una gran victoria aislada. El camino sigue siendo muy largo.