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Iván Benito
Martes, 6 de septiembre 2022, 16:01
Se esperaba un duelo mucho más exigente, pero fue un trámite. España desarboló a una gris Montenegro durante 25 minutos brillantes en ambos lados de la pista y guardó en los últimos diez ante lo que se viene a corto plazo. Con una plácida victoria ... cimentada desde la defensa y en la que han destacado en ataque Brizuela (18 puntos), Willy (14+13) y Pradilla (12 puntos en 17 minutos), los de Sergio Scariolo ya están en octavos y mañana (13:30 horas) se jugarán la primera posición del grupo A ante Turquía. En el primer cruce se medirá con alguno de los clasificados del grupo de la muerte (Eslovenia, Alemania, Francia, Lituania o Bosnia), por lo que el duelo guarda una trascendencia fundamental para el futuro de la selección para las eliminatorias que arrancarán el sábado.
Es a partir de este momento cuando todos los encuentros serán de mucha mayor exigencia que el de esta tarde. Todavía con el mal trago de la derrota ante Bélgica (73-83), se esperaba mucho más de una Montenegro sobrepasada por un rival que jugó un gran baloncesto durante la primera mitad y se dejó llevar en la segunda. La renovada España, a la que Scariolo había exigido remangarse en defensa, dio un golpe en la mesa. Redujo a la mínima expresión a la selección balcánica, a la que no permitió anotar más de 17 puntos en ningún período.
Montenegro
(17+14+17+17): Perry (10), Radoncic (8), Simonovic (11), Dubljevic (3) y Popovic (4) -cinco inicial-, Drobnjak (0), Ilic (2), Mihailovic (18), Nikolic (0) y Radovic (9).
65
-
82
España
(27+26+14+15): Brown (12), Jaime Fernández (9), López-Arostegui (5), Pradilla (12) y Willy Hernangómez (14) -cinco inicial-, Rudy Fernández (0), Parra (0), Juancho Hernangómez (6), Garuba (2), Saiz (2), Díaz (2) y Brizuela (18)
Árbitros: Oskars Lucis (LET), Sergii Zashchuk (UCR) y Gatis Salins (LET). Sin eliminados.
Incidencias: Partido correspondiente a la cuarta jornada del grupo A del Eurobasket disputado en el Arena de Tiflis ante unos 1.000 espectadores.
Al descanso, España mandaba 52-31. La excelsa circulación de balón, el acierto en el lanzamiento (67% en tiros de campo, 8 de 12 en triples) y el dominio del rebote (8 en ataque) clasificó a los de Scariolo para octavos. El gran arranque de Pradilla (9 puntos en el primer cuarto) le dio continuidad Brizuela (4 de 7 en triples) que se fue al vestuario ya con 16 tantos, mientras Willy contenía a Dubljevic (no cogió ningún rebote en 26 minutos de juego) y dominaba la zona con 6 puntos y 10 rebotes. También estaba jugando bien Rudy (y eso no es novedad), con la cantidad de intangibles que aporta, pero una dura falta de Radovic le mandó al banquillo con un golpe en la rodilla derecha con el que se prefirió no correr ningún riesgo.
La inspiración anotadora dio brillo a un ataque capaz de alcanzar la temperatura adecuada para fundir a las primeras de cambio la corta resistencia del equipo dirigido por Bosko Radovic. El 31-53 al descanso hablaba de una batalla casi resuelta, a la que bien le sobró la segunda mitad. La diferencia solo bajó hasta el 52-69, cuando España ya había puesto el modo automático y se puso a encadenar errores y despropósitos. Hasta 20 pérdidas de balón en un partido de guante blanco, 3 de ellas de un Lorenzo Brown, que jugó sin problemas pese a sus molestias en el hombro derecho y que alterna momentos de calidad técnica excelsa con regalos impensables para un base de su talento.
Scariolo se permitió dosificar a algunos de sus hombres y trató de que los hermanos Hernangómez cogieran confianza como referentes del equipo. Willy lo está logrando y acabó con un doble-doble, 14 puntos, 13 rebotes, 7 de ellos en ataque. Mientras, Juancho sigue negado. Arrancó con dos triples, pero le cuesta un mundo producir sin balón. Agarrotado, parece un jugador distinto al del Mundial de 2019, aquel último éxito de España del que parece haber pasado más de un lustro.
Mañana, arranca el momento decisivo en busca de dar la sorpresa. Sin un cartel de favorito que recae sobre Turquía por plantel. Ayer se impusieron a Bélgica (63-78) con una exhibición del joven pívot Alperen Sengun (24 puntos y 8 rebotes, tercer partido por encima de los 20 puntos) y 16 puntos de Korkmaz, en el disparadero tras su expulsión y pelea ante Georgia, y despejó la lucha por la primera posición y de paso el camino de España. Los de Scariolo tienen mayor bagaje que los de Ataman, equipo anárquico, impredecible y propenso al batacazo como demostraron ante Georgia.
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