Una liga resuelta en un partido

Es lo único bueno de este desenlace de infarto para ambos equipos. El que caiga al menos no lo hará directamente a Tercera FEB y contará con una oportunidad más para salvar la temporada.

Los locales cuentan con la importante ventaja de estar acompañado en tan crucial encuentro por sus aficionados, sobre una cancha en la que han sumado siete de sus cuatro triunfos. «Albacete juega en su casa, con su gente y sabemos que es una afición que aprieta y que está muy encima», reconocía Ricardo Úriz en la previa de un choque para el que poco valen las estadísticas y que estará marcado por el control de los nervios en los momentos decisivos. «El gestionar esas emociones va a ser clave. Nosotros tenemos que poner el foco en lo que podemos controlar», analizaba el míster.

De momento, el técnico blanquiazul confía en que sus jugadores entren en el partido con energía, bien centrados y con la intensidad defensiva que mostraron para doblegar al Melilla la pasada jornada en el Palacio de los Deportes capitalino. Entonces, el cuadro logroñés mantuvo un duelo vigoroso y físico con los de la ciudad autónoma para acabar resolviendo en los últimos minutos gracias a añadir a ese gran trabajo atrás el acierto ofensivo.

El entrenador navarro valora la calidad del Albacete, «un equipo completo que tiene muchas herramientas», y marca como una de las claves para llevarse el partido el control del ritmo de juego ante un rival «que no juega mucho en transición y prefiere hacerlo en estático. Vamos a tener que ajustar ahí y parar muy bien a sus jugadores importantes para llevar en la medida posible el tipo del partido que queremos».

Esta vez Úriz no pudo hacer un llamamiento a los aficionados blanquiazules, que respondieron de la mejor manera ante el Melilla, pero mandó un mensaje de esperanza: «Llegamos al último partido con vida y nos merecemos esta oportunidad de ganar en Albacete».