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Juan Calderón
Málaga
Miércoles, 5 de junio 2024
El Unicaja confirmó el descalabro. El equipo malagueño no jugará la final de la Liga Endesa, donde sí estará un UCAM Murcia irreductible y que ganó en Málaga por tercera vez para convertirse en el rival del Real Madrid en la serie por el título ( ... 70-79). La decepción para el equipo malagueño es enorme, también para su afición, pues pocos contaban con este resultado, máxime teniendo a favor el factor campo. La realidad es que el UCAM Murcia ha sido mejor en una eliminatoria que ha sido un espectáculo para los aficionados al baloncesto de toda España. De nuevo, como ocurrió en los dos primeros partidos, el Unicaja sufrió mucho ante la defensa zonal. Su juego fue a tirones y esta vez no encontró a ningún jugador en buena dinámica que lo sacase del atasco. Los últimos cinco minutos fueron de un colapso total sin anotar ni una canasta. La temporada se cierra con una sensación agridulce tras haber desplegado un gran juego, pero con la sensación de que se pudo conseguir algo más que el título de la Champions.
Si vieron los dos partidos jugados en Murcia, el comienzo de este quinto fue un calco de cómo arrancaron aquellos duelos. El Unicaja fue un torbellino que se llevó por delan te a su rival. Los nervios le pesaban al equipo visitante que era zarandeado por el Unicaja. Con 10-0 en tres minutos, Perry encendía al Carpena con su velocidad. El equipo malagueño se quitaba un peso de encima y mucha presión. Su defensa provocaba malos tiros a un Murcia que lo fallaba todo. Los tiros libres eran casi el único sustento de los de Sito Alonso frente al gran acierto del Unicaja desde la línea de tres y el 25-14 con el que se cerró el primer cuarto era un comienzo esperanzador para los aficionados que abarrotaban el pabellón.
A pesar del claro dominio local, el UCAM mantenía su apuesta por la defensa zonal, especialmente tras canasta o cuando el Unicaja no podía correr. Esto cambió por completo el partido, porque el equipo cajista perdió la paciencia y la lucidez con la que abordó el planteamiento del rival en el primer cuarto. Poca circulación del balón de fuera a dentro de la zona y pocos cortes por línea de fondo, algo que le había funcionado muy bien. El resultado fue un desplome inesperado en la anotación que permitió al UCAM volver al partido gracias al dominio interior de Diagné sobre Kravish y a los triples de Caupain. El Unicaja estuvo siete minutos sin anotar una canasta en juego totalmente bloqueado ante un adversario que remontó (27-29). Por suerte, un par de buenas defensas y el regreso de Sima le permitieron llegar por delante al descanso (32-31), aunque las sensaciones eran francamente malas.
Unicaja
Perry (14), Kalinoski (6), Taylor (2), Osetkowski (12) y Sima (10) -quinteto titular- Ejim (7), Barreiro (1), Díaz (6), Carter (5), Djedovic (0), Thomas (0) y Kravish (7).
70
-
79
UCAM Murcia
Hakanson (3), Ennis (19), Kurucs (4), Sleva (5) y Morin (6) -quinteto titular- Sant-Roos (10), Caupain (19), Radovic (2), Radebaugh (2), Flores, Diagne (9) y Jelínek.
Parciales: 25-14, 7-17, 20-24 y 18-24.
Árbitros: Benjamín Jiménez, Óscar Perea y Carlos Cortés.
Incidencias: Quinto y último partido de la semifinal de la Liga Endesa, disputado en el Palacio de Deportes José María Martín Carpena de Málaga. 10.681 espectadores.
El paso por los vestuarios calmó algo al Unicaja, que trataba de madurar sus ataques ante la zona, pero le costaba mucho. Hubo una jugada con hasta cuatro triples fallados, lo que indicaba el grado de descontrol del equipo malagueño, que perdía 35-36. Por suerte, el claro dominio en el rebote ofensivo le permitió tener segundas y hasta terceras opciones para anotar, lo que varias veces se tradujo en faltas y en puntos gratis desde la línea de personal. Emergió entonces Osetkowski con varias acciones de calidad para dar algo de aire (42-38, min. 25), pero los problemas no habían desaparecido. El Unicaja tenía un agujero en defensa, especialmente en los 'uno contra uno'. Ahí Caupain encontró un filón con nueve puntos seguidos (dos triples) que sembraron el pánico en el Carpena (47-51, min.28). Un triple de Perry sobre la bocina impidió una renta mayor del UCAM antes de los últimos diez minutos de esta intensa semifinal.
En medio del colapso emergieron los dos pulmones del Unicaja, Ejim y Díaz, para darle un vuelco inesperado al partido. La energía del canadiense fue determinante, mientras que el malagueño logró dos triples providenciales. El equipo cajista gana 63-55 con siete minutos por delante. Parecía que podía romper el partido, pero no fue así. El UCAM mantuvo su defensa en zona y empezaron a llegar los fallos locales. Como antes, el problema no sólo estuvo en ataque, sino en defensa, donde Ennis, Sant Roos y Hakanson ganaban todos los duelos individuales. El resultado fue un 2-10 de parcial que empató el partido (65-65). El choque llevaba una dinámica peligrosa porque en cuanto el Unicaja tenía que atacar en estático sufría mucho y eso, en un final igualado como el que se preveía, era terrible. El tiempo era enemigo del Unicaja y también sus nervios, que lo acabaron devorando. Quedaba tiempo, pero los de Ibon Navarro colapsaron mentalmente incapaces de anotar una canasta en los últimos cinco minutos.
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