El Madrid asalta el Palau

Los blancos consiguieron un parcial en los primeros cuatro minutos de encuentro de 2 -11. Ante el vendaval de los madrileños, Xavi Pascual se vio obligado a pedir un tiempo muerto para hacer reaccionar a su equipo. Era evidente que los hombres de Pablo Laso habían olvidado el revés del primer partido.

El Barcelona seguía sin entrar en el partido y el Real Madrid hacia lo que quería en la cancha durante los diez primeros minutos de encuentro. La gran defensa de los blancos dejó a los azulgranas con una pésima producción ofensiva, ya que en el primer cuarto tan solo consiguieron 12 puntos por los 28 que anotó el Real Madrid.

El partido pintaba bien para los merengues que arrancaban el segundo cuarto con 16 puntos de ventaja. Esa brecha en el marcador fue provocada en buena medida por la gran actuación de Llull. Los de Pablo Laso seguían mostrando una buena imagen y lograron una renta de 21 puntos de diferencia. El Barcelona necesitaba reaccionar para no verse fuera del segundo partido en la primera mitad. Esa reacción azulgrana se reflejó en el ecuador del segundo cuarto. Los hombres de Xavi Pascual endosaron un parcial de 11-0 a los merengues y pusieron en el marcador un 27-37 que daba esperanzas a toda la afición del Barcelona.

El Real Madrid no se descompuso y logró llegar al descanso con un un marcador de 32 a 44. Los jugadores más destacados del Real Madrid en los primeros 20 minutos fueron Llull (15 puntos) y Ayón (10 puntos). En el Barcelona ningún jugador logró llegar a los dobles dígitos en la primera mitad. Ese dato evidencia los problemas que ttuvieron los jugadores de Xavi Pascual en ataque en el primer cuarto.

En el tercer acto del encuentro, al Real Madrid le estaba costando mucho anotar parecía que los papeles del inicio del partido se habían cambiado. El Barcelona se encontraba mucho más entonado y un triple del eterno Juan Carlos Navarro colocó un 43 a 49 en el marcador. Esa acción provocó un tiempo muerto inmediato de Laso. La diferenciaba estaba en 6 puntos y comenzaba un nuevo partido en el Palau.

A pesar de que saltaron las luces de emergencia, el Real Madrid nuevamente ante la adversidad y la presión del Barcelona volvió a tirar de casta y consiguió una nueva ventaja de 14 puntos de diferencia. El partido llegaba al último cuarto con un marcador de 58-66 y los blancos seguían siendo liderados por Ayón y Llull. El Barcelona era un quiero y no puedo que durante todo el partido veía como se acercaba en el marcador y rápidamente volvía a descolgarse.

El Madrid quería cerrar el partido por la vía rápida y en los primeros minutos del último período los blancos se volvieron a escapar. Un triple de Nocioni (una vez más dejó su sello en un partido) colocó a los madridistas con 19 puntos de ventaja gracias a un parcial de 1 a 10 para los de Laso.

Cuando quedaban cuatro minutos del partido la diferencia en el marcador reflejaba un contundente 64-83. El Barcelona necesitaba algo más que un milagro para dar la vuelta al partido. Los últimos partidos prácticamente no tuvieron emoción y sirvieron para ver como Doncic debutaba y conseguía sus dos primeros puntos en la final, mientras en Real Madrid se gustaba.

Ayón fue el jugador con más valoración del partido tras conseguir 19 puntos y 6 rebotes. Los azulgranas tendrán que mejorar su faceta ofensiva en Madrid. En este segundo partido los porcentajes de triple bajaron mucho. Aunque era algo evidente con el festival que se dieron los dos equipos en el primer encuentro de la serie.

Todo por decidir

El Real Madrid ha conseguido el objetivo que se marcó para estos dos partidos que se han disputado en Barcelona. Esa misión que tenían los de Laso era intentar robar el factor cancha del Barcelona y en el segundo partido lo han conseguido. Sin embargo, si hay algo que nos hayan demostrado estos dos equipos es que el factor cancha no es algo vital en esta serie, ya que ambos conjuntos tienen el potencial suficiente como para ganar en el pabellón rival.

Todo el mundo puede pensar que esta serie se cerrará en el quinto partido. Sin embargo, el Madrid tiene la oportunidad de cerrar ante su afición la Liga. Ahora es el Barcelona el que tiene que pescar sí o sí algo en el feudo madridista.