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Amador Gómez
Viernes, 19 de febrero 2016, 09:42
El Baskonia sufrió lo indecible para no ser víctima de la tercera sorpresa en la Copa y alcanzar las semifinales, a las que llegará exprimido tras ser exigido al límite por un valiente Obradoiro, que rozó la gesta en el Coliseum de La Coruña. Para ... regresar a las semifinales tres años después y citarse este sábado con el Real Madrid (21.30 h.) el inestable Baskonia vivió una agonía, a la que no vio fin hasta el bocinazo definitivo.
Ni siquiera dejó de padecer el Baskonia cuando faltaban dos minutos para el final del encuentro. Entonces, el gran artífice de la clasificación de los vitorianos, el húngaro Adam Hanga (20 puntos y ocho rebotes para 31 de valoración), quiso acabar definitivamente con el suplicio con uno de los seis triples, de siete lanzamientos, que endosó a un meritorio Obradoiro, pero los locales, irreductibles, volvieron a meterse en el partido y a falta de 17 segundos para el final se colocaron a un solo punto (76-77).
Incluso tuvo el Obradoiro en las manos de Waczynski la posibilidad de forzar una prórroga (76-78 con cuatro segundos por jugar), pero el alero polaco erró el primero de sus tiros libres y abrió de par en par al Baskonia las puertas de las semifinales tras un último cruce de cuartos intenso y emocionante al máximo. Además de tener menos descanso que el Real Madrid para jugarse el pase a la final, el conjunto de Velimir Perasovic llegará agotado, después de haberse visto obligado a un sobreesfuerzo que nadie esperaba.
El Baskonia no fue el equipo poderoso de Europa ni el Obradoiro el endeble de la Liga ACB, por lo que el choque de cuartos que se presentaba más desequilibrado resultó ser enormemente igualado y estuvo a punto de culminar con los vitorianos estrellados. El Obradoiro, todo orgullo, atrevimiento y sacrificio, fue un rival de mucho nivel para un Baskonia que necesitará muchísimo más para superar al Real Madrid, porque con Hanga, Causeur, Bourousis y Adams seguramente no le bastará.
El Baskonia, nervioso e incapaz de superar la asfixiante defensa del Obradoiro, tiene que agradecer sobre todo a Hanga el pase a las semifinales, porque el héroe inesperado apareció siempre cuando debía. Cuando su equipo peor lo estaba pasando ante un adversario que fue más bloque pero que no fue tan mortal cuando lo precisó. Tan atascado como estaba ante la defensa del Obradoiro, el Baskonia llegó a encajar dos sorprendentes parciales, de 8-0 (en el segundo cuarto) y de 10-0 (en el tercero), gracias al acierto en los triples del conjunto gallego. Esa efectividad desde el exterior fue en aumento a favor del Obradoiro según avanzaba el partido, pero no apareció cuando fue preciso. Hanga, sin embargo, sí la exhibió cuando el Baskonia se acercaba al abismo.
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