El Unicaja gana el duelo exterior

Con un 48% de acierto en triples, frente al 32% del Bilbao, hasta ocho jugadores de Unicaja, con un sorprendente 0 de 2 de Vasileiadis, pusieron su sello desde la línea de 6,75, encabezados por Jayson Granger (cuatro de cinco), Markovic y Toolson (dos de tres cada uno). Entre los de Sito Alonso, la dinamita estuvo reducida a la mitad, y Mumbrú y Raúl López, demasiado fallones, no fueron suficientes.

Desde el pitido inicial, con un espectacular intercambio de golpes de larga distancia, se pudo comprobar que el encuentro entre el que es el equipo más regular de la ACB y el que ha renacido tras estar a un paso de la desaparición, se iba a convertir en una batalla desde fuera de la pintura. Triunfó el Unicaja porque tiene más y mejor plantilla que el Bilbao, y también más brazos ejecutores, pero los hombres de negro vestidos en Gran Canaria de blanco opusieron una resistencia tenaz, salvo en el factor que fue más determinante.

El juego fluido y veloz también lo puso el sólido Unicaja ante un rival que combina veteranía y juventud pero no pudo sobrevivir al poderío malagueño por fuera, por lo que, con Kuzminskas desatado en el segundo cuarto, no precisó del mejor Fran Vázquez, aunque el gallego igualó el récord de tapones (firmó dos) en la Copa (ya suma 23). El equipo de Joan Plaza confirmó que ha llegado a Gran Canaria preparado física y mentalmente para disputar con argumentos esta Copa. El Bilbao, como era previsible, a pesar de la ilusión que destilaba, siempre fue a remolque y no tuvo demasiadas opciones, porque aunque fue capaz de responder en momentos puntuales, a tiro limpio el Unicaja cortó de cuajo cualquier posibilidad de acercamiento.

Lo consiguió el Bilbao después de haberse alejado a 12 puntos tras el descanso (49-37), porque el conjunto de Sito Alonso se entregó durante unos minutos en defensa y el Unicaja se atascó en ataque. Pese a ese momento de desconcierto, el equipo andaluz volvió a exhibir muñeca, y selló el triunfo para acceder a semifinales.