Santi Aldama: «Me gusta ver cómo vivía mi padre. Saber de dónde viene me enorgullece»

- Llevan dos días en Logroño y se quedarán hasta el día 20 para el Europeo de Grecia. Les queda mucho trabajo por delante...

- Sí, será un mes completo, de entrenamientos duros. Pero si queremos ganar, hay que trabajar duro. Y nuestro objetivo es ganar.

- La exigencia para las selecciones españolas de cantera es máxima, tras todos los éxitos cosechados.

- España tiene un gran nombre a nivel europeo y mundial. Queremos ganar y también se nos exige. Para lograrlo hay que dar lo mejor de cada uno y los resultados vendrán solos.

- ¿Cómo ve a esta selección sub-18?

- La veo bien, mejor que otros años. En el Europeo sub-16 teníamos un buen equipo pero al final tuvimos mala suerte y no pudimos llegar a los objetivos. Este Europeo nos serviría para quitarnos ese mal sabor de boca.

- Son ya una generación de baloncesto diferente: jugadores llegados de fuera, otros que salen a formarse... El cambio del baloncesto español ha sido brutal.

- Está más globalizado. Antes era más sencillo. Antes no se abrían tantas puertas que ahora hay, así que cada uno debe tomar decisiones. Ir a la NCAA, a la Universidad de Loyola, me va a ir bien, así que esta experiencia me servirá para prepararme y también para mejorar y disfrutar.

- Una generación anterior ya ha llegado a las metas más altas...

-Los Gasol, por ejemplo. Los dos hermanos han ganado la NBA, algo que nunca había pasado. Están Calderón, Ibaka, Scariolo... Todos dan el salto a la NBA aunque en ACB hay muy buenos jugadores. Eso te da la visión de que se puede lograr, de que no es imposible si trabajas y te lo curras.

- Su padre llegó de casualidad al baloncesto, por una cuestión de altura. ¿Lo de usted es genético?

- Él me apuntó al equipo del colegio cuando era pequeño aunque nunca me ha obligado. El baloncesto me gustó mucho desde el primer momento y el hecho de que él jugase me ha motivado para ser mejor que él y que nos 'picásemos' para ganar. Pero muy bien.

- Su padre se marchó joven de La Rioja. ¿Qué recuerdos tiene?

- Se fue con 16 años. Cuando yo era pequeño venía casi todos los veranos, pero ahora con selecciones y demás no tengo mucho tiempo. Pero conozco bien Quel, Calahorra, donde viven mis tíos, y Logroño. Me gusta ver cómo vivía mi padre, aunque el pueblo ha cambiado, pero saber de dónde viene me enorgullece.

- En Quel le tomarán el pelo con su acento canario...

- Claro. Allá donde voy siempre lo mencionan. Pero es algo mío. Soy 50-50.

- Su padre jugó con la selección absoluta. ¿Es otro de sus objetivos?

- Espero que sí, pero hay que trabajar mucho.

- En la época de su padre, un pívot de 2,13 metros y fuerte era una rareza. Ahora es más normal, pero se les exige mucho más...

- Es la evolución. Antes, los pívots jugaban al lado del aro. Ahora casi todos tiran. He tenido la suerte de tardar en crecer, así que de pequeño jugaba de base, después de alero y ahora de ala-pívot. Me ha venido bien porque no me han puesto por dentro desde el principio y eso me ha enseñado a jugar como exterior.

- ¿Cómo se calificaría?

- Soy un jugador completo, aunque estoy trabajando en mejorar. Puedo tirar de fuera bien y, en defensa, he tenido carencias. Era más lento de piernas, pero ahora me estoy poniendo más fuerte y estoy mejorando.

- ¿Qué le dice su padre de su progresión? ¿Es exigente?

- Mete caña cuando tiene que meterla. Lo que ve siempre me lo transmite y quiere siempre lo mejor para mí. Las críticas que me hace siempre son constructivas y que me lo diga él, ayuda bastante.

- ¿Le ha contado muchas historias de los Juegos Olímpicos?

- Sí, porque además sufrieron bastante. Los Juegos eran en España y no consiguieron sus metas. El 'angolazo', siempre me lo cuenta, fue duro. También que jugó contra EEUU. La foto con Jordan la tengo en casa. Es un orgullo jugar contra Jordan, Bird... contra los mejores de la historia.