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El Bodegas Rioja Vega se ha acostumbrado a ejercicios de funambulismo. Saltos sin red ni posibilidad de enmienda. A vida o muerte. El año pasado el destino fue cruel porque los de Jenaro Díaz no dependían de ellos mismos. Hoy (20.00 horas, Lobete), ellos ... son los responsables de su propio destino.
Clasificarse para la fase de ascenso pasa por ganar al Marbella, que también cuenta con opciones. En este caso, los malagueños deberán esperar el tropiezo del Morón. Pero las quinielas no sirven para demasiado hoy. Ganar sería un alivio y un premio de soñar con Leb Oro. Tropezar, verse inmerso en una dinámica negativa y pelear por no descender a EBA.
«Nos la jugamos y la pelota está en nuestro tejado. Es lo que gusta a los jugadores», explicaba ayer a Jenaro Díaz. Un encuentro que motiva a cualquiera y para el que no hace falta animar a nadie a que se anime a la lucha. Además, el cuadro riojano se verá reforzado por el fichaje de Albert Lafuente, un base que viene para acoplarse cuanto antes y aportar a una plantilla con una rotación corta. «Albert es muy buen jugador y nos aportará cosas que no teníamos. Nos ayudará un poco en el partido, pero como lo harán todos los jugadores», resumía.
Para Díaz, el equipo está «muy metido en el partido y con ganas de hacer bien las cosas». Pero enfrente también se encontrarán a un adversario motivado y que llega como una moto, tras encadenar cinco triunfos. De pelear por evitar la última plaza, la llegada de Rafa Piña al banquillo ha dado aire nuevo a los marbellíes.
En su plantilla destacan individualidades como las del pívot Bruno Diatta, que promedia más de nueve rebotes por encuentro, las del base Adrián Fuentes o el escolta Taylor Cameron. Alejandro Navajas, un interior con pasado en Oro, también supone un seguro de vida para Marbella, y el reciente fichaje, Kenan Karahodzic (proveniente del Estela Cantabria, con el que promediaba casi 9 puntos y 4 rebotes), suponen un incremento de calidad de una plantilla con buenas mimbres y mucha veteranía.
Para el encuentro, el Rioja Vega contará con todos sus hombres, una vez que Diego Alderete se está recuperando de su esguince.
Si se necesitan más alicientes que los meramente deportivos, esta tarde en Lobete no habrá excusas para no acudir. El club ha decidido poner un precio de tres euros para animar la presencia de público y convertir el pabellón en una caldera.
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