España, a cuartos con agonía y defensa a falta de ataque

Marc Gasol firmó un partido para olvidar, pero acertó un tiro vital para garantizar el pase a cuartos, ahora con Argentina o Polonia en el horizonte, lo que permite vislumbrar el futuro con mayor optimismo, pese a que mucho deberá mejorar aún el equipo de Sergio Scariolo para aspirar a medalla y al pasaporte directo a los Juegos de Tokio. También estuvo muy mal Ricky Rubio, hasta que mejoró en el último cuarto para colaborar en la victorias de la selección. A falta de los dos líderes, de los principales referentes de España, fue a los secundarios a quienes les tocó dar un paso al frente, y entre ellos destacó Juancho Hernangómez, en un gran despliegue del alero de los Nuggets en el tercer cuarto, en el que el equipo de Scariolo, fiel a su costumbre, volvió a tener un apagón después de lograr su máxima diferencia (46-38), para permitir acercarse a una Italia aún más fallona y limitada con su banquillo y que siempre se agarró a Gallinari y Datome.

Cuando la irregular España precisó paciencia no la tuvo, pero al menos, después de un peligrosísimo 2-8 de parcial en los primeros seis minutos del último cuarto, sacó a relucir su carácter y capacidad de reacción, para endosar a Italia un 8-0 que despejaron de una vez el camino hacia tan sufrido triunfo. Fue cuando respondieron los más veteranos y acostumbrados a momentos de tantísima trascendencia, porque previa a la celebrada primera canasta de Marc, que fue anulado por Biligha, dos tiros libres de Llull, una canasta de Claver y otra de Ricky fueron las que comenzaron a sepultar al rival y certificar el pase a cuartos de final.

En esos últimos minutos de máxima tensión surgió la España del coraje, el talento y la experiencia, aunque la selección de Scariolo continúa muy incómoda en la pista y demasiado atascada. Frente a los italianos firmó un 47% en tiros de 2 (18 de 38) y un 26% en triples (6 de 23), pero el rival, que tantísimo asustaba desde el exterior, acabó con sólo el 20% de acierto en el triple (4 de 20), y por ahí apareció una de las grandes vías de salvación. Con el ataque errático, fue la defensa, siempre clave para sacar adelante los compromisos más peligrosos, la que permitió sobrevivir a España, que como también ya es una muy mala costumbre en este Mundial, volvió a comenzar el encuentro sin concentración (5-15 hasta que Scariolo pidió el obligado tiempo muerto). Nada menos que siete pérdidas tuvo España en ese inicio tan desastroso, pero fue irse Marc al banquillo y precisamente la selección se relanzó sin que estuviese en pista su gran referencia. Dado que el pívot de los Raptors tuvo un día negro, hasta el último minuto, cuando Italia colapsó la zona, hubo que recurrir a la defensa colectiva para que el choque llegase igualado al descanso.

Una gran noticia era que, pese a lo mal que había jugado en la primera parte, España sólo se fue al vestuario uno abajo (30-31), porque en contraposición con la segunda unidad de la selección, con más o menos suerte, los italianos están varios peldaños por debajo. Italia sólo logró dos triples de nueve en un primer tiempo en el que hubo una gran capacidad de reacción del equipo nacional, relanzado por Llull, aunque el escolta balear, al igual que Ricky, estuvo demasiado nervioso. A Llull le acompañaron en los primeros 20 minutos Rudy y los hermanos Hernangómez, y fue Juancho quien se salió en el tercer cuarto, con siete puntos consecutivos, para cerrar ese parcial con diez en su cuenta particular. Sin embargo, Juancho estaba entonces muy solo, y España no consiguió cerrar el partido, porque no tuvo paciencia y volvió a atascarse, para ceder un 0-6 de parcial: de 46-38 a 46-42. Con la selección cegada en ataque en el inicio del cuarto definitivo y un 52-55, llegó el momento de que Scariolo reactivase con un tiempo muerto y España sacó a exhibir clase y, sobre todo, sacrificio.