Enrique Molina, una torre para reforzar al Clavijo

El pívot venezolano de 2,18 metros es nuevo jugador del Rioverde Clavijo y podrá estar a disposición de Jorge Serna para el partido de este sábado en Zaragoza ante el Lobe Huesca La Magia, una semana antes del comienzo de la temporada de los logroñeses en Córdoba.

El poste lleva ya unas cuantas sesiones entrenando a las órdenes del preparador zaragozano y ya es uno más en la dinámica del Clavijo. Medina, de hecho, se convierte en el quinto jugador cedido por el Baskonia tras los ya conocidos Joseba Querejeta, Vit Hrabar, Aleksandr Savkov y Seydina Limamulaye.

La entidad vitoriana ha decidido apostar por el joven interior venezolano de 20 años tras varias semanas de conversaciones entre alaveses y logroñeses. Juan Pedro Cazorla estuvo en la capital riojana viendo al jugador y el Baskonia considera que tiene condiciones para poder llegar a su primer equipo. Por ello, ha decidido ficharle y valora que el Clavijo y la Segunda FEB son un buen club y una competición adecuada para que pueda seguir progresando.

De momento, se une a Vladi Orlov para reforzar la posición de cinco, algo necesario visto la evolución del equipo en los partidos de pretemporada y de la Copa España y los problemas que ha tenido el Clavijo en lo referente al rebote.

Además de las posibilidades que ofrece su evidente altura, se valora del nuevo jugador blanquiazul su coordinación pese a sus 2,18 metros y su buen físico que le pueden convertir en un pívot de referencia si mantiene su progresión. Ahora mismo, es un jugador en formación que requiere muchas horas de trabajo para que alcance su máximo nivel. Aun así, puede ser un jugador con impacto en la tercera categoría del baloncesto español.

Enrique Medina ya ha llegado a debutar con la selección venezolana y en su país está considerado como una de las esperanzas de futuro para la progresión del equipo nacional.

En los perfiles en redes del nuevo componente de la plantilla del Clavijo se le puede ver compitiendo en un partido internacional contra Francia y midiéndose a un poste de la talla del NBA Rudy Gobert, un buen espejo en el que fijarse de cara al futuro.