Por encima de la distancia y el calor

El Rioverde Clavijo comenzó el choque como amodorrado, aletargado por el calor y la humedad que se sentía en un cargado pabellón Guillermo García Pezzi, concediendo penetraciones cómodas a los locales. Con la salida de Miguel de Pablo los logroñeses apretaron más atrás y esa mejoría les permitió tomar la iniciativa en el marcador, con un Andre Norris que parecía querer resarcirse de su mal partido de la pasada jornada ante el Tormes y asumía el mando en las acciones ofensivas, con 14 puntos en la primera mitad.

Hasta por ocho puntos llegó a dominar el equipo de Jenaro Díaz en varias fases del segundo cuarto en un partido que además vivía un interesante duelo anotador entre el alero estadounidense del conjunto riojano y el croata Matija Bilalovic que favorecía al Clavijo.

Estaba realizando un partido muy serio y sólido el cuadro logroñés y tras la vuelta de vestuarios, un incisivo Nicolau puso la decena a favor de los suyos (45-55). Pero no se desconectó el Enrique Soler gracias a la capacidad de Bilalovic para encontrar el aro desde la larga distancia, mientras que los visitantes reforzaban su dominio gracias a su intensidad y las segundas opciones por su insistencia en el rebote ofensivo. Los riojanos controlaban el choque pero no lograban acabar de romper, hasta que un gran Ukawuba tomó el relevo a Norris y dejó al Rioverde con muy buenas sensaciones y once puntos para manejar en el último y decisivo periodo (63-74). No solo no inquietó ya el Enrique Soler, sino que el Clavijo impuso su mostrada solvencia para no pasar apuro alguno y cerrar un triunfo de mucho mérito.