Elena Salcedo (derecha) sostiene la camiseta conmemorativa junto a su compañera Mónica Alonso. L.R.
Baloncesto | LF2

Elena Salcedo, la referente de un equipo líder

Celebración. ·

La escolta celebró el domingo los 250 partidos en ligas FEB rodeada de sus compañeras de equipo y toda la cantera del club capitalino

Martín Schmitt

Logroño

Jueves, 23 de enero 2025, 07:30

El nombre de Elena Salcedo (Logroño, 26 de diciembre de 1990) está íntimamente ligado al baloncesto riojano. Ya con 34 años a sus espaldas, la escolta del Bosonit Unibasket es la comandante de un equipo que es líder después de cuajar un inicio de liga ... inimaginable. Nada menos que doce victorias por una única derrota en un comienzo de curso demoledor. Y esta fisioterapeuta que comenzó a dar botes con el balón en los campos riojanos acaba de cumplir 250 partidos en ligas FEB. Un hito que celebró el club con toda su cantera el domingo pasado cuando el Unibasket derrotó al León y afianzó más su liderato.

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Echando la mirada atrás, Elena Salcedo reconoce que el calendario le grita que es mayor, pero su cuerpo y su mente opinan lo contrario, «No me siento mayor porque estoy en el mejor momento de mi carrera, tanto física como mental y deportivamente», afirma la escolta. «Me da la sensación de que estoy en un momento de recoger después de haber sembrado muchos, muchos, muchos años con momentos de mucho sacrificio y esfuerzo. Parece que ahora está llegando el momento de recoger y estoy viviendo cosas super bonitas», agrega la referente de este imparable Bosonit.

Es la líder de un equipo super líder. Unos resultados que han ido dando sus frutos partido a partido. «Empezábamos la liga sin expectativas, con la ilusión máxima de poder estar peleando por los puestos de arriba y por meternos en fase de ascenso, pero este inicio ha superado cualquier pensamiento que podíamos tener. Al final, doce victorias en trece partidos es un comienzo que ni soñado», señala la jugadora riojana.

La receta para conseguir este logro está sustentado en dos pilares importantes. «Es un cúmulo de circunstancias. La más importante es que el vestuario es una piña, el ambiente es espectacular. El grupo humano es brutal. Y eso no es nada fácil de encontrar es un equipo profesional o semiprofesional. Es una de las claves porque eso alimenta a que tú ayudes a la de al lado, que te alegres por todo lo bueno que le pasa, que no existen egos. Es una pasada», sostiene la capitana del equipo capitalino. «El otro aspecto es que tiene que funcionar la parte de baloncesto. Dani (Rubio) ha planteado cosas muy claras, tanto en defensa como en ataque. Son cuestiones muy claras que todas sabemos que tenemos que hacer. Con esas normas básicas y claras es mucho más fácil crecer desde ahí».

De los 250 partidos, hay un puñado que se le guardan especialmente en su retina. «Me puedo quedar con uno con el Stadium Casablanca, en Primera Nacional, que no éramos las favoritas pero hicimos un final de temporada brutal y ganamos un partido importantísimo para meternos en la fase de ascenso. También me quedo con el partido que le ganamos al Sevilla la temporada pasada aquí en Logroño. Habíamos perdido 78-52 en el partido de Sevilla y aquí ganamos 64-34 y nos hicimos con el basket average y asegurarnos la fase. Fue un partidazo, un subidón, una pasada».

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Muchas compañeras y entrenadores han marcado la vida de Elena Salcedo. Con muchísimas de ellas mantiene una excelente relación. Pero la escolta tiene a sus referentes, jugadoras que le marcaron para siempre. Posiblemente la más importante sea Paula Palomares, con quien compartió vestuario en Zaragoza. «Era mi referente y he aprendido muchísimas cosas de ella. Es una fenómena. Es la jugadora en la que más me he fijado para crecer».

El retiro es algo que irremediablemente se acerca, pero Elena Salcedo prefiere no ponerse límites. «Tengo muchas ganas de completar este año, que está siendo un disfrute total. A partir de ahí, cuando una va cumpliendo años al final van pasando muchas cosas: el trabajo, los viajes, los fines de semana… Hay muchos sacrificios, te pierdes cosas. Al final, días como el que vivimos el domingo, que fue una pasada, se me quedará por siempre en el recuerdo. Vives esos momentos y quieres que nunca se acaben», esboza. «Físicamente me veo muy bien, estoy a un buen nivel en la liga, estoy ayudando al equipo, me siento útil. Eso siempre ayuda para crecer. Mis compañeras, además, me dicen que no me puedo retirar. De momento vamos a hacerles caso», dice con una sonrisa.

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Compañeras a los que saca más de quince años y que están deseando aprender de ella. «Lo más importante es el ejemplo, la entrega que das en cada entrenamiento, el carácter, la competitividad, el querer ser siempre un poco mejor, el apretarte a ti misma. También es importante el apoyo y el ánimo que le das a tus compañeras», sintetiza.

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