Un duelo desigual a dos velocidades

El partido fue desigual desde el principio, jugado a dos velocidades y se impuso la marcada por el conjunto local durante gran parte del mismo. Solo durante unos minutos en los que el Clavijo sacó su orgullo e intentó aferrarse al duelo se pudo soñar con el primer triunfo como visitante de los riojanos. Deberá buscarlo la próxima semana en Castellón.

Empezó tardío el partido por problemas con la canasta en la que iba a comenzar atacando el cuadro visitante. Y pareció afectarle de salida frente a un San Pablo en el que el calagurritano Millán Jiménez anotó los cinco primeros puntos (acabó el cuarto con nueve y cerró el choque con 17 y 24 de valoración). El Clavijo ni defendía ni encontraba el aro. Solo dos jugadores anotaban por los blanquiazules. Torres sumó los seis primeros puntos, Nicolau los siete siguientes. Nadie más se sumó durante ocho minutos y medio pese a que el técnico visitante movió piezas desde el banquillo en busca de soluciones. Todo lo contrario que los burgaleses, que aprovecharon para marcharse en el marcador por encima de la decena (26-14).

La enorme ceguera ofensiva logroñesa siguió siendo castigada por un San Pablo. Los burgaleses tienen mucha calidad y si, además, el rival le allana el camino pues se convierte en una fuerza difícil de detener. Doce balones perdidos en la primera mitad y solo cuatro puntos en siete minutos del Clavijo en el segundo parcial son demasiadas facilidades para un contrario con incuestionables habilidades. Con estos mimbres, no sorprendía que los burgaleses doblaran a los riojanos en el luminoso (42-20). Pese a que los visitantes mitigaron un poco el daño antes del descanso la diferencia en la valoración era significativa. 63 por San Pablo frente a los 13.

Se gustaba el cuadro de Lolo Encinas, pero también se relajó. Y ya advierte Jenaro Díaz que en esta categoría hay que estar centrado los cuarenta minutos. Desde esa máxima ventaja abrió el Clavijo un intento de remontada que duró poco más de cinco minutos:el previo a pasar por vestuario y los cuatro siguientes. 2-18 de parcial y 44-38. Soñaba el Rioverde. Pero duró poco el sueño. Con Norris eliminado, cinco puntos de Jiménez, que se lució ante el equipo de su tierra, y un 3+1 de Vene abrieron un nuevo castigo de los locales. Devolvía el parcial Burgos (20-5) y dejaba cerrado el partido poco antes de alcanzar el último cuarto.

Los diez minutos de cierre apenas aportaron nada porque el San Pablo controló sin problemas su renta y al Clavijo ya no le dio para una última tentativa.