La despedida más triste del Clavijo

Poco o nada en juego. El factor cancha en la primera eliminatoria del 'play off' estaba ya asegurado para los burgaleses, aunque podían aprovechar una victoria ante los blanquiazules para subir algún puesto en la clasificación. Pero Diego Ocampo no entiende de partidos más o menos importantes y puso a trabajar a los suyos desde el salto inicial con la intensidad que les ha convertido en una de las sensaciones de la temporada.

Con un viejo conocido de los logroñeses como Gerard Jofresa castigando en ataque y con las habituales transiciones rápidas, los locales sumaban con demasiada facilidad y en apenas tres minutos ya se habían ido hasta los quince puntos (15-7). Hasta por once llegó a ganar el Tizona en este primer cuarto en el que la defensa riojana no apareció y concedió muchas segundas oportunidades con los rebotes. Aprovechó la laxitud de los contrarios el cuadro burgalés para llegar a los veintiocho puntos en el parcial de apertura.

Siguió por los mismos derroteros el partido tras el minuto de descanso y los azulones ampliaron su renta máxima hasta los diecinueve puntos (46-27) en un choque convertido por momentos en un correcalles. Reaccionó mínimamente el Clavijo y en la última jugada llegó la peor de las noticias.

Txemi Urtasun lanzaba sobre la bocina y anotaba un triple, pero en la caída se lesionaba la rodilla en el que podía suponer su último partido como profesional. Una jugada que en un partido sin nada por definir lo alejaba del final feliz compitiendo que pretendía Jenaro Díaz.

El público burgalés brindó una emotiva y larga ovación a los gemelos navarros antes de empezar la segunda mitad. Con todo el mundo puesto en pie, saludó un emocionado y solitario Álex, que no pudo evitar las lágrimas, con su hermano sin poder salir de los vestuarios.

Estaba por ver si la lesión del pamplonés descomponía a sus compañeros en la segunda mitad. No lo hizo porque el Clavijo salió envalentonado para reducir la desventaja (81-66). Fue el último aliento de un Rioverde que aguantó hasta el inicio del tercer cuarto. Ahí el Rioverde no dio más de sí mientras el Burgos siguió a lo suyo, sin bajar la tensión, para irse a la treintena (104-72). Ya no quedaba partido que jugar.

A falta de un minuto, Jenaro Díaz cambiaba a Álex Urtasun, otra vez con los ojos llorosos, para que se llevara sus últimos y merecidísimos aplausos como profesional.

Se acabó el viaje del Rioverde Clavijo en la LEBOro. Toca ahora que le regreso sea lo más rápido posible.