El Unicaja no da opción a la sorpresa y presenta su candidatura

La Copa del Rey de Gran Canaria comenzó fiel a los pronósticos. El Unicaja, un muy serio candidato al título como ya viene avisando durante toda la temporada, ratificó su ambición con una contundente victoria ante el Joventut, al que de poco le valió otra exhibición de Sam Dekker frente al amplísimo catálogo de recursos de su rival.

El campeón hace dos años en Badalona presumió una vez más de equipo con mayúsculas. Todos aportaron lo suyo al centenar de puntos, con Dylan Osetkowski como primer espada. Así dejó atrás el conjunto de Ibón Navarro la decepción de la última edición en el Martín Carpena, cuando cayó a las primeras de cambio frente al Tenerife.

Y es que el Joventut, muy fallón frente a un bloque engrasado como de costumbre, resistió la mitad del envite. El conjunto andaluz encontraba el aro verdinegro con suma facilidad, construyendo con su acierto la primera ventaja interesante del partido (12-5). El titubeo inicial de la Penya lo trató de cortar de raíz el hombre más esperado en el equipo de Dani Miret, Dekker, un refuerzo sobre la marcha que tiene mucho que ver con la gran temporada del Joventut en la Liga ACB. Entre el ala-pívot de Wisconsin y el inagotable Ante Tomic permitieron hacer la goma al equipo de Badalona, siempre bajo la sensación de que Unicaja estaba un pasito por delante.

Esta tendencia la invirtieron los triples de Robertson y Dekker, la antesala a un tramo de partido muy diferente, que convirtió el choque en un toma y daca bajo la máxima igualdad. Los dobles dígitos de Tomic y Dekker llevaron al Joventut a su máxima ventaja (35-40) y amagaron con una sorpresa, pero la aventura fue rápidamente neutralizada por la reacción malagueña, comandada por Osetkowski.

Equilibrio total en la primera parte, con dos propuestas diferentes. Por un lado muy repartida la faceta anotadora del Unicaja, con once jugadores viendo canasta tras dos cuartos; por el otro Dekker y Tomic al mando de las operaciones.

El poderío de Osetkowski al contraataque propició el despegue malagueño (56-47) ya en el tercer cuarto, el que decidió el partido en favor del Unicaja. El triple de Barreiro, único jugador de verde que todavía no había anotado, definió a la perfección al bloque cajista. A partir de ahí la ventaja malagueña no solo se instaló ya por encima de la decena, sino que se fue incrementando progresivamente en una centenaria exhibición anotadora.

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