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El Clavijo ya sólo puede mirar hacia arriba. Desde el farolillo rojo de la clasificación de Leb Oro, los de Jenaro Díaz tienen que ganar confianza para retomar el vuelo y abandonar esa fatídica posición para encarar los últimos once partidos ligueros con ambición y ... seriedad.
Nunca viene bien visitar Melilla. Un viaje incómodo, una pista difícil y uno de los rivales más potentes y bien dotados económicamente de la categoría. Pero el calendario tiene esa fecha fijada y el Robusta Clavijo no está para desaprovechar oportunidades, aunque le falten dos jugadores, como Phillip y Bieshaar, convocados por sus selecciones. Por eso, esta noche (21.00 horas), los riojanos encaran un gran reto: superar a un equipo que sólo ha perdido dos duelos en el Javier Imbroda.
Para el técnico, Jenaro Díaz, el equipo se enfrenta a «unas semanas duras» con rivales de entidad, pero en las que resulta obligatorio sacar algo positivo y «darlo todo». Una de las claves, para Díaz, será «solucionar el problema de porcentaje de tiro» y que el equipo sea más él mismo. «Estar en el partido pasa por poder defenderles», explicaba ayer. «Si lo damos todo y Melilla no está al máximo, ganaremos», vaticinó.
Jenaro Díaz Entrenador del Clavijo
Evan Yates Pívot del Clavijo
Pero el Melilla cuenta con una de las plantillas de más calidad de la categoría. Su líder indiscutible es el joven pívot Fran Guerra, un portento físico de 2,12 metros que domina el rebote y tiene mucho peligro en la pintura. También en el juego interior brillan Samb y Javier Lucas, además de Fall, aunque éste en un papel secundario. Mientras, en la dirección es Dani Rodríguez el alma de los norteafricanos, acompañado por Miguel Servera. Y en el juego exterior, Kapelan, que ya hundió al Clavijo en la primera vuelta, Durán, Djuran o Pablo Almazán son capaces de dar la vuelta a un partido y aportar puntos cuando fallan las ideas o cuando cuentan con un segundo para pensar y buscar el aro.
Para Evan Yates, máximo anotador y reboteador de los riojanos, es el momento de dar un paso adelante. «El equipo es agresivo pero falta concentración en los minutos clave», explicaba el norteamericano. «Creo que conseguiremos victorias y pelearemos hasta el final porque hemos competido contra todos nuestros rivales», incidía. Será un partido complicado porque, sin su torre (Bieshaar), los riojanos deberán emplearse a fondo para frenar a los hombres altos sin que las faltas les penalicen, como ocurrió ante Manresa. En un partido de corazón y coraje, el Clavijo no tiene nada que perder y mucho que ganar, aunque resulte complicado.
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