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El Clavijo ha logrado en Valladolid un triunfo fundamental en su lucha por la salvación. En Valladolid, los de Jenaro Díaz han firmado un encuentro irregular pero con final feliz para superar al Carramimbre (87-92) y poner fin a ... una racha de tres derrotas consecutivas.
El de Pisuerga ha sido un partido a pedazos, con momentos de enorme soltura y otros de sombría juego, pero que se ha resuelto por convicción, valor y perseverancia. Con un Evan Yates soberbio (19 puntos, 16 rebotes) y unos trabajadores Gutenius (brilló en el exterior, con cuatro triples, un paso adelante que se le reclamaba desde hace tiempo) y Quintela, los de Jenaro Díaz han logrado abrir un hueco inicial de doce puntos en cinco minutos (8-20) que se ha borrado en los siguiente cinco (24-23), en un calco de los partidos del Clavijo.
Hasta el descanso, los riojanos han podido mandar en el choque (43-45, m. 20), pero en el tercer cuarto la empresa parecía muy complicada cuando el marcador se ha puesto 72-63 en el minuto 30 para los locales, con un Valladolid acertadísimo desde el exterior.
Pero, en un alarde de sangre fría impropia, con Gutenius muy bien en ataque y el equipo, castigado por las faltas, muy bien en defensa, el Robusta ha sabido dar ese paso adelante que se le pedía para remontar y aguantar, en unos dos trepidantes minutos finales, el empuje de un Carramimbre que se ha quedado con la miel en los labios.
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