Una prueba para comprobar la continuidad en el juego del Clavijo

Es verdad que la victoria de los blanquiazules en Burgos supondría, además del segundo tropiezo en toda la competición para los de Diego Ocampo, dar un golpe sobre la mesa y confirmar con un triunfo de mérito el segundo puesto en el que lleva asentado ya el conjunto dirigido por Jenaro Díaz desde hace un buen número de jornadas.

El técnico asturiano del Clavijo está muy contento del trabajo que han venido realizado sus jugadores en estas dos semanas en las que no ha habido competición y en la que se ha sumado al grupo el joven Kevin Torres. El escolta ha caído de pie dentro de un grupo en el que el buen ambiente en el vestuario es uno de los factores fundamentales de la gran campaña que está realizando. El recién llegado ha demostrado que tiene calidad, puntos en sus manos y ganas de sumar energía al equipo.

Ayer, solo estaba ausente Andre Norris, al que le habían quitado una muela del juicio por la mañana, pero el grupo trabajaba ya con el regresado Gonzalo Iglesias tras las ventanas FIBA.

Con estas buenas sensaciones llega el Rioverde al duelo contra el Tizona. Es un choque que el preparador blanquiazul quiere poner a prueba a los suyos. Ante el duro calendario que se le avecina al Clavijo, Jenaro Díaz quiere que el enfrentamiento ante los burgaleses sirva como prueba de nivel para demostrar que pueden dar continuidad a su juego, tanto ofensivo como defensivo, durante los cuarenta minutos de partido, más allá de ganar o perder. Si lo logran, los logroñeses habrán dado un paso adelante y cogerán más confianza si cabe como aspirantes a todo por méritos propios.