El Clavijo se merece una vida más

Avisó Jenaro Díaz en la previa del duelo que el triunfo pasaba por hacer jugar mucho en estático a los extremeños atrás e intentar correr cuando se pudiera para evitar precisamente atacar en cinco contra cinco. Y dejó claras sus intenciones con un cinco que anunciaba ritmo e intensidad defensiva, con Peñarroya, Moreno y Txemi Urtasun por fuera y Tamba y Nicolau como pareja interior. Y mantuvo este cinco hasta que Moreno hizo su segunda falta. Con los primeros cambios ya ganaba el Clavijo (10-6). Dominó el cuadro local con una máxima de seis puntos y los extremeños de mantenían a base de rebotes ofensivos (cuatro concedió el Rioverde) y segundas oportunidades.

Se atascaron los capitalinos en el segundo cuarto. Algo que no sorprende ya porque les suele faltar continuidad en este periodo a los riojanos cuando se entra en este periodo. En los cinco primeros minutos solo tres puntos, una canasta en juego y un tiro libre de Nicolau. Lo aprovecharon los de Arturo Álvarez para lograr sus primeras ventajas.24-29, tras un parcial de salida de 3-12 y más capturas ofensivas en su cuenta. No mejoraron mucho las cosas tras un tiempo muerto de Díaz porque el intercambio de canastas favoreció al Cáceres, que cabó yéndose al descanso con seis puntos de ventaja (31-37).

No era demasiado preocupante la renta pero sí que daba la sensación de que faltaba ese ímpetu de unos jugadores que se juegan el futuro en la categoría. Resutaba descorazonador la falta de nervio, de tensión máxima. La lectura más positiva era que después de unos minutos malos, el Clavijo seguía con todas las ocpiones de triunfo intactas, que no era poco visto lo visto. Hasta el público, que respondió pese a lo poco habitual del día y la hora, estaba más frío que en otras ocasiones pese a la trascendencia del choque.

Salió del vestuario el Moreno más incisivo y funcionó la conexión Tamba-Nicolau. La defensa sacaba de lugar a Balaban y apretaba las líneas exteriores. Y en un pispás el Rioverde ya estaba ahí (44-42). Pero el Cáceres también metía de tres y Atencia leía con claridad lo que necesitaba su equipo y daba continuidad a su ataque para devolverle una renta cada vez más satisfactoria viendo cómo iba el duelo y cómo se iban consumiendo los minutos (49-59). Le quedan solo once minutos al Clavijo para seguir respirando.

Los verdes intentaban jugar con el marcador y con el tiempo. 54-65. Los blanquiazules peleaban contra los nervios y el pasar de los segundos, con la afición ya enchufada. 60-65. Cinco minutos. Pero el Cáceres sacaba petróleo en las segundas oportunidades. 62-71. Tres minutos. Una agonía para todos. Txemi Urtasun, Peñarroya y Tamba. 69-71. Y un minuto. Sí, se puede. Tamba, triple. 72-71. Moreno puso dos más. Igualó el Cáceres con un rebote ofensivo de Balaban para empatar. Ocho segundos. Y Txemi Urtasun se inventó una entrada para seguir soñando. Sí, se puede.