El Clavijo gana por corazón y convicción

Porque no comenzó fino el Rioverde. Con menos físico que su adversario, sufrió el conjunto riojano el juego interior de hombres como Íñigo Royo o Masai Olowokere y en un abrir y cerrar de ojos se vio abajo en el marcador 9-2. Todavía no estaba asentado el Clavijo y Fields, con un triple, volvió a meter a los riojanos en partido, aunque siempre la iniciativa fue parte de los locales. Así, con un intenso Aizpitarte el primer cuarto fue para el Iraurgi (21-16).

Mientras el Biele ISB jugaba con cierta comodidad, el Clavijo se agarraba al partido gracias al juego exterior de Vanags, Miguel De Pablo, Kevin Torres y Joseba Querejeta. Por contra, Faye y Savkov sufrían con la fuerte defensa de los guipuzcoanos, que seguían comandando el partido pero con rentas menos amplia. De hecho, el Rioverde se puso a un tanto del Iraurgi (37-36) lo que obligó a Iñaki Merino a solicitar un tiempo muerto.

El Clavijo siguió jugando con la misma intensidad y, asumiendo los errores, se siguió agarrando al encuentro gracias a Faye y Torres, el mejor de los riojano, para irse al descanso 42-39. Había partido. Solo tenían que creérselo los hombres de Ricardo Úriz, faltos de regularidad.

De hecho, el inicio del tercer cuarto fue una calamidad. El Rioverde cometió muchos errores y mientras Royo, Stulic y Godwin estiraban las diferencias a los trece puntos (58-45). Un tiempo muerto despertó al Clavijo para achicar las distancias antes del final de la tercera manga gracias al acierto de Hrabar y Fields.

En los últimos diez minutos de juego ocurrió de todo. En plena remontada los árbitros pitaron técnica a Torres y al banquillo. No obstante, el Rioverde tenía vida: endureció su defensa y atacó con criterio, poniendo al Iraurgi a la defensiva. Un triple de Savkov puso a los blanquiazules arriba en el marcador por primera vez (72-73), a falta de 1:20 minutos. En esos 80 segundos pasó de todo: pérdidas, faltas en ataque, duelo de triples y mucha emoción. Hrabar clavó un triple decisivo a un segundo y medio y Savkov un tapón para gritar el primer triunfo a domicilio.