Al Clavijo se le escapa la victoria en los instantes finales

En un partido que dominó casi todo el partido el Clavijo con rentas cortas, todo se decidió en los segundos finales. Con 65-65 en el marcador, Clevin Hannah, que fue un dolor de muelas para la defensa riojana, clavó un triple. Rápidamente, Peñarroya ponía las cosas 68-67 y el Hestia atacó con sus torres. Una ofensiva bien defendida por el cuadro blanquiazul, que recuperó balón a falta de siete segundos. Peñarroya pasó la pelota a Txemi Urtasun, que esquivó a Demers y lanzó, reclamando airadamente (quizás demasiado) a los árbitros. Final. Cruel final.

Porque el Clavijo comenzó muy acertado, tanto en tareas defensivas como ofensivas. Sin nada que perder, el conjunto riojano se mostró valiente en un pabellón que no le quiere, que incluso le guarda algo de rencor. Los dirigidos por José Luis Pichel –el de este sábado fue el último encuentro de sanción para Jenaro Díaz– practicaron un baloncesto alegre, haciendo daño por el interior gracias a un efectivo Javi Nicolau.

Pero fue la defensa la que destacó por encima de todo en ese primer cuarto, ahogando el juego de un Hannah que explotaría minutos después. Mientras tanto, Álex Urtasun, Yasin Kolo, Knudsen y Tamba llevaban a los suyos a ganar el primer cuarto (16-24).

El Rioverde intentó mantener el ritmo de juego del inicio en los segundos diez minutos. Nicolau y Txemi Urtasun intentaban mantener las distancias de un Menorca que fue reduciendo diferencias gracias al exClavijo Diego Alderete y a la muñeca de Clevin Hannah, que golpeó desde el exterior.

Trató de mantenerse a flote el Clavijo, buscando a Kolo y Nicolau por adentro, pero la defensa local fue abortando las opciones de los blanquiazules, que fueron perdiendo fuelle. Justo antes del descanso, Hannah empataba las cosas antes del descanso.

Tras el paso por vestuarios, y a diferencia de otros encuentros, el Rioverde mantuvo su ritmo anotador con Moreno, Tamba y Coffi, y con un parcial de 9-0 se puso adelante 50-57, aunque el Menorca se volvió a meter en el encuentro gracias a Stevic, que hizo a sufrir a sus defensores en el poste bajo.

Así se entró en el último cuarto, con el partido abierto. Podía ser para cualquiera. Hannah cogió el testigo de Stevic y quiso matar desde el exterior justo cuando el Clavijo entraba en un atasco ofensivo. Pero parecía una jornada distinta y el Rioverde se sobreponía a sus problemas gracias a Tamba y Peñarroya. Y llegaba la polémica última jugada, en la que los riojanos tuvieron la última posesión y el Clavijo acabó reclamando una falta que los árbitros no vieron.