El Clavijo busca la tranquilidad

Para lograrlo, esta tarde (18.00 horas), el Clavijo visita al Aceitunas Fragata Morón, actual primer clasificado, con un triunfo de ventaja respecto a los riojanos. «Estamos en la línea de salvarnos cuanto antes. aunque es muy difícil ganar fuera de casa. Ya lo es competir, con que ganar...», admite Jenaro Díaz.

En el primer partido de la segunda fase de la competición, los sevillanos se llevaron el triunfo del Palacio de los Deportes y dejaron una sensación de incertidumbre total. «Debemos cambiar todo respecto a aquel encuentro. Nos acercamos en varias ocasiones en el marcador, pero fueron ellos los que dominaron. Tenemos que mantener nuestro estilo de juego. Será un partido bonito y divertido», advierte el entrenador logroñés.

Unas semanas después, sobre todo tras las dos victorias enlazadas del Rioja Vega, el futuro de la permanencia se ve más claro. Ganar hoy supondría abrir un hueco mayor para lograrla. Serían once los triunfos. La meta más conservadora, a falta de seis jornadas, cifra en doce la permanencia aunque la tranquilidad la darían las trece. Restan unos pocos pasos y hay que caminarlos cuanto antes para evitar sustos y sudores fríos. «Este partido es una locura, porque tenemos diez horas de autrobús, pero también es un reto en un momento en el que estamos bastante bien. Me gusta su juego, aunque somos muy diferentes», indica.

El Morón, que también estaba llamado a pelear por el ascenso, aspira a esa cota de tranquilidad. Para lograrla, confía en una plantilla con individualidades potentes, como el ala-pívot Jon Ander Aramburu (13,3 puntos y 7,7 rebotes en esta fase final) o el estadounidense Taylor Cameron, que llega a los 14,5 puntos en esta recta final de campaña. Ambos demostraron en Logroño sus capacidades. Además, los centímetros los pone un ex del Clavijo, como Malick Fall, y el ugandés Sebirumbi; la veteranía es cosa del base José Antonio Marco y las promesas de futuro son Vázquez y Wright. Mucho potencial sobre la pista y muchas variantes que obligarán a los de Jenaro Díaz a estar entregados en el pabellón Alameda, uno de los más ruidosos de la Leb Plata.