El Clavijo comienza 2024 obligado a cambiar su dinámica

«Es una cancha difícil», advertía Díaz al hablar de su rival y del escenario del choque, el pabellón Vicente Trueba. Los datos dan la razón al entrenador de los riojanos, puesto que los de Torrelavega han encadenado una serie de buenos resultados en su feudo que les han permitido asentarse en la zona tranquila de la clasificación. De hecho, los últimos cuatro compromisos ante su afición los han saldado con triunfos, demostrando así que su rendimiento como locales es muy superior al ofrecido como visitantes. De hecho, cinco de las seis victorias que adornan su casillero han llegado como anfitriones.

Decía también Díaz que buena parte del mérito de un equipo que ha logrado asentarse en la LEB Oro reside en la labor de su entrenador, David Mangas, que tiene a su disposición una plantilla compensada en la que destacan, como los definió el técnico del Clavijo, dos pilares: el base Agustí Sans y Mirza Bulic. El bosnio promedia 15 puntos y más de seis rebotes por encuentro hasta la fecha y el balear supera los ocho puntos por partido y llega a las 3,6 asistencias.

Además de Bulic, en el aspecto ofensivo sobresale la labor de Spencer Littleson (15 puntos de media) y, junto a ellos, jugadores como Nogués o Voytso, entre otros, completan una plantilla competitiva ante la que el Rioverde tratará de sacar a relucir esas armas que tan buenos resultados le dieron al inicio del campeonato y que después está costando más que aparezcan.

Para Díaz, la clave del enfrentamiento de este domingo iba a estar en el ritmo. «Si lo que hacemos es perseguirles, vamos a sufrir bastante», avisó el dueño del banquillo riojano, quien tiene como antecedente más cercano el enfrentamiento ante el Força Lleida en el que los logroñeses cayeron 79-72. De ese duelo, el técnico sacó alguna conclusión positiva. «Hubo picos buenos y malos; el inicio nos condenó a ir a remolque, pero luchamos hasta el final», recuerda. En el terreno individual, también hubo actuaciones muy relevantes como la de Javier Nicolau, que acabó con 19 puntos y 18 rebotes, a una captura del récord histórico de la entidad, firmado en 2012 por Lawal.

Precisamente, ese espíritu de no rendirse y de trabajo es el que debe imperar si los riojanos quieren salir de la zona baja. «Empezamos 2024 con muchas ganas de seguir en esa línea de trabajo y esfuerzo y de romper esa racha de no ganar», certifica Jenaro Díaz. Ese es el objetivo.