Dos años le han bastado a César Aneas para dejar huella en el Campus Promete. Pero el técnico catalán ha decidido poner fin a su trayectoria al frente del equipo de Liga Femenina de la entidad logroñesa tras dos campañas en el que se ha ... cumplido con solvencia y la tranquilidad del tiempo con el que se han conseguido, sin apuros finales, el objetivo prioritario de la permanencia. Pero, además, el Campus Promete de Aneas ha soñado con la clasificación para la Copa de la Reina hasta la última jornada y con colarse entre los ocho mejores de la fase regular que luchan por el título liguero.
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No han sido temporadas fáciles ya que ambas han seguido un guion similar en el que la buena trayectoria de las primeras vueltas quedaron empañadas por la falta de continuidad en la segunda parte de la competición, con problemas de lesiones de larga duración y salidas que hicieron mella en unos 'rosters' ajustados a un presupuesto limitado y que acabaron pagando las jugadoras y el equipo con derrotas por el esfuerzo físico y mental extra de un grupo que tuvo que ver reducidas las rotaciones al máximo, que obligaron a hacer encaje de bolillos a Aneas, en algunos de los momentos más exigentes de ambas temporadas.
De hecho, en la rueda de prensa de este domingo, tras disputar el último partido de la temporada ante el Casademont Zaragoza, desveló que acababa esta campaña «con sabor agridulce» porque le hubiera «gustado contar con un poquito más para, a lo mejor, optar a cotas más ambiciosas» que esa permanencia en la categoría. «Me quito el sombrero por el trabajo de mis jugadoras», insistió con unas palabras que sonaban ya a despedida.
El preparador catalán ha conseguido en dos años dotar al equipo de una entidad propia y reconocible, con una filosofía que ya se identifica con el club capitalino y que ha permitido que el Campus Promete se haya convertido en un club de referencia para jugadoras jóvenes y de calidad que buscan dar un paso adelante en sus carreras. Así, llegaron a Logroño talentos como el de Laia Flores y Aina Ayuso, proyectos de jugadoras con proyección de selección española que han acabado dando un paso adelante vital para convertirse en jugadoras de primer nivel. La primera ya ha mostrado en el Spar Girona que, tras su paso por tierras riojanas, es capaz de liderar desde su puesto de base a un equipo de primer nivel europeo y tomar el relevo de la sempiterna Laia Palau. Ayuso, por su parte, ha crecido exponencialmente de la mano de Aneas, y ya entra en las quinielas de clubes de objetivos muy importantes.
El juego intenso, valiente, solidario, atrevido y sin pausa que ha instaurado el hasta ahora técnico del Campus Promete han formado parte de una doctrina de trabajo que ha permitido generar un entorno que ha ayudado a crecer a jugadoras como Jojo Nogic, Txell Alarcón, Maimouna Diarra o Bojana Kovacevic, parte de la guardia pretoriana de César Aneas en su paso por Logroño.
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El vehemente entrenador de Badalona ha anunciado hoy en sus cuentas en redes sociales su marcha, con un mensaje de agradecimiento por estos dos años muy productivos, en el que ha hecho balance y no ha querido ir más allá en los malos momentos pasados en el Promete, que los ha habido. «Hoy llega uno de esos momentos tan complicados y difíciles que es despedirse de un club en el que me he sentido como en casa», es el comienzo del texto de despedida de Aneas.
«Vine a Logroño cargado de ilusiones, con unas ganas tremendas de trabajar en este ilusionante proyecto que es el Campus Promete con el objetivo de cumplir con las expectativas que el club me proponía. Dos años después, me marcho con la satisfacción del que lo ha dado todo por el club y las jugadoras que he tenido la inmensa fortuna de poder entrenar. Me siento un privilegiado por haber podido disfrutar y ayudar a dos grupos excepcionales en lo deportivo y, sobre todo, en lo humano», explica en su balance de este tiempo, e incide en que «en estos dos años hemos luchado, sufrido y aprendido, disfrutando de las alegrías y plantándole cara a las dificultades sin excusas, compartiendo el día a día con un grandísimo grupo de trabajo, intentando mejorar y pelear por nuestros retos y objetivos».
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«El baloncesto -prosigue- nos regala momentos y yo tengo la suerte de llevarme la mochila llena de muchos y muy grandes y de haber disfrutado de una gran experiencia personal y profesional que me ha permitido conocer gente fantástica».
Para terminar, «quiero dar las gracias a los responsables del club por la confianza depositada en mí estos dos años y por el trato recibido, que siempre ha sido excelente. Solo tengo sentimientos de enorme agradecimiento para este club y para esta ciudad». «Estoy orgulloso de lo que hemos conseguido juntos. Siempre os llevaré en el corazón. Os deseo mucha suerte para el futuro», concluye el ya extécnico del Campus Promete.
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