El Campus Promete sigue sin pegada

El partido empezó de la peor manera posible. Los dos contendientes comenzaron especialmente trabados, con muchas imprecisiones y bloqueados en ataque. A las locales les costó más de tres minutos encontrar el aro logroñés, mientras que las riojanas solo fueron capaces de anotar de tres, dos veces en todo el cuarto. Lo mejor de todo fue que este periodo se fue con velocidad y que por fin reapareció en el Campus Promete Irene Lahuerta tras varios meses apartada por su lesión en el tendón de Aquiles.

Once minutos y medio tuvieron que pasar hasta que Geldof logró la primera canasta de dos de las visitantes. Cierto es que en este segundo periodo se animaron más y aumentaron el ritmo los dos equipos, sobre todo el conjunto catalán que, tras unos minutos de igualdad y muchos errores en el tiro, abrió brecha con nueve puntos consecutivos. Pese a la reacción de las de César Aneas, las locales supieron seguir insistiendo de la mano de Burke y Laia Flores (la ex del Campus Promete fue la mejor del partido) para llegar al descanso con la máxima renta hasta entonces (31-21).

Trabajaba bien atrás el Promete pero, como en las últimas jornadas, seguía sin disfrutar del tacto en el tiro para optar con más razones al triunfo en el Fontajau.

El descanso sentó bien a la calidad del partido, que subió, con un Girona que salió con siete puntos consecutivos para marcar una distancia ya casi definitiva. Las de Aneas intentaban mantener el ritmo ofensivo pero daba la sensación de que a las visitantes poco les quedaba por rascar en este partido.

Algo que se certificó en un último cuarto en el que el Spar Girona certificó su superioridad, controlando el duelo ya con la calma de ver cómo su rival seguía con la pólvora mojada y bajaba los brazos definitivamente.