El Campus Promete exhibe dinamismo y músculo en casa del Bembibre

El Campus Promete hizo gala de su ambición desde el inicio de las acciones. De hecho, comandó el electrónico desde el segundo minuto de encuentro, cuando Paula Estebas rompió la igualdad con un tiro libre (5-8). A partir de entonces, el conjunto de César Aneas desnudó las debilidades del equipo berciano, que solo sumaba desde el exterior.

Pero la falta de eficacia de Melgoza y Méndez facilitó la tarea de las reboteadoras riojanas, lo que permitió al Promete empezar a ensanchar el resultado con contraataques. Txell Alarcón, Aina Ayuso, desde fuera, y Knezevic y Geldof, en el juego interior, ratificaron el buen momento del conjunto de César Aneas, que se llevó el primer parcial con diez puntos de margen (15-25).

Para el Bembibre, un equipo pequeño, eran demasiados puntos, así que la decisión de las locales fue seguir intentando recortar distancias desde el exterior. Error. Ante la falta de eficacia allí aparecieron Diarra, Knezevic, Txell Alarcón, Ayuso y sobre todo Burani para desbaratar cada intento de canasta local. El Promete ganaba también en sensaciones, porque las locales no encontraban la forma de recortar distancias.

En ataque, con 15 puntos de diferencia, el Promete frenó su intensidad y empezó a jugar con más criterio que corazón. Y, nuevamente, César Aneas no se equivocó en su decisión de controlar el partido porque sus chicas mantuvieron la eficacia anotadora, con Aina Ayuda y Knezevic como abanderadas. De esta forma, y dominando ambas áreas, el Promete se fue al descanso con un 23-40 a su favor muy tranquilizador.

En la segunda parte, el bloque logroñés jugó con más tranquilidad, intensificó su tarea defensiva, eso sí, lo que permitió sentenciar el encuentro con contraataques de Paula Estebas y Ayuso para llegar al último cuarto con treinta puntos de renta (38-68). Los últimos diez minutos el Promete los jugó casi pensando en la siguiente cita que en el enfrentamiento con las bercianas, que pisaron el acelerador para maquillar un resultado que no disimuló la paliza de las riojanas en tierras leonesas.