La calidad del Valencia frena el ímpetu del Promete

Comenzó acertado el Campus Promete haciendo daño desde el exterior. Dos triples consecutivos de Txell Alarcón y Burani pusieron a las riojanas al frente (8-5) en los primeros minutos del encuentro. Una diferencia que se estiró a los seis puntos de la mano de Ayuso y Estebas un Promete que jugaba sin miedo ante las supercampeonas de Europa. Las de César Aneas se mostraban seguras en defensa, pero el Valencia, en un visto y no visto, equilibró las cosas poco antes del final del cuarto.

El buen trabajo del Promete siguió durante los siguientes diez minutos. Nogic fue la responsable de manejar los hilos del ataque local y con dos triples de su factoría volvió a ensanchar las diferencias (23-17), lo que obligó a Rubén Burgos a parar el juego para reordenar las ideas. No cambiaron demasiado las cosas y el Valencia se vio obligado a solicitar otro tiempo muerto cinco minutos después. Entonces subió unos decibelios su intensidad defensiva y atascó a un Promete que aguantó hasta el descanso (31-28).

El Promete continuó en la misma línea, incomodando el juego de un Valencia que parecía seguir de resaca después de conseguir el título continental. Las de Aneas comenzaron la segunda parte haciendo daño desde el exterior gracias a la puntería de Estebas y Nogic. Diarra, muy útil en el rebote defensivo, no encontraba su posición en la zona de pintura y el Valencia se aferraba al partido gracias a la aportación de Gulich, Segura, Romero y Allen. Pero no conseguía despegarse de un molesto Promete. Como una china en el zapato que con un triple de Nogic y una canasta de Kovacevic se llegó al último cuarto 49-48.

Pero la calidad, que el equipo toronja cuenta a raudales, al final aflora. Las visitantes pisaron el acelerador y fue entonces cuando el Promete se vio desbordado. Sin referencia en el poste bajo y con una plantilla cansada, las prestaciones de las riojanas fueron en descenso, cuestión que no pasó inadvertida para un Valencia que incrementó la velocidad de su juego para sentenciar, aunque el Promete apuró sus opciones hasta el final.