La sorpresa positiva del Robusta

Esa victoria frente al líder dejó claro, además de una mejoría defensiva notable, que el mercado estival trajo a Logroño a un jugador llamado a cotas más altas en el baloncesto nacional. Volodymyr Gerun, que firmó 20 puntos y siete rebotes en apenas 17 minutos de juego, se ha convertido en uno de los puntales del equipo.

Los guarismos del ucraniano hablan de todo su potencial: 14,4 puntos y 6,4 capturas por noche, con 22 minutos de juego, son cifras muy positivas. Pero sobre todo aporta buenas sensaciones cuando está en pista. Tal vez no haga jugar demasiado al equipo, pero se maneja como nadie en ambas pinturas, imponiendo sus 2,13 metros y una coordinación al alcance de pocos pívots tan altos. Gerun es una de las sorpresas agradables del curso, pero su eclosión (en Lleida, en la temporada pasada también dejó buenas sensaciones, pero no estelares) también implica riesgos: su nombre ya empieza a sonar en el mercado como pieza codiciada.

A su sombra, como otro dato positivo, está creciendo Simon Birgander, al que el técnico, Antonio Pérez, prometió minutos a principio de temporada y que los está obteniendo en pequeñas dosis (sólo 72 en nueve partidos de los 16 disputados). Pero ante Palencia dio otro salto de calidad y no desmereció cuando Gerun tuvo que descansar en el banquillo. Su falta de peso la suple con agallas, como demostró con cuatro tapones y siete rebotes, cuatro de ellos en ataque, y varios palmeos a canasta. Falta que Tunde y Adrián Laso se sumen al festival, porque su nivel de este año difiere mucho del anterior, para que el juego interior de los riojanos aporte un plus de calidad necesario para cerrar con buenas noticias la primera vuelta.

De momento, la plantilla descansa hasta el próximo día 26, cuando se concentrarán para afrontar un nuevo reto con el que cruzar el ecuador de una, de momento, irregular temporada.