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Luismi Cámara
Martes, 20 de diciembre 2016, 23:08
Esperanzador adiós al año del Calzados Robusta tras doblegar al Quesos Cerrato Palencia por 81-76. El primer equipo del Clavijo sólo había ganado una vez en el Palacio de los Deportes en lo que se había disputado de la temporada por lo que, con ... ese adusto camino previo, caer ante el primer clasificado de la LEB Oro entraba dentro de la normalidad. Pero el transcurso del partido hizo pensar en muchos momentos a los riojanos que podían dar la sorpresa de la jornada y batir a un rival que llegaba a Logroño con una racha casi infalible de seis victorias en los últimos siete encuentros.
Ante el líder, el Robusta debía hacer muchas cosas bien para despedir con victoria una campaña que se estaba complicando cada vez más. Pese al chute de moral de este martes, las fiestas navideñas deben servir para recapacitar sobre cómo revertir la difícil situación en la que se ha metido el Clavijo durante una primera vuelta deficiente en cuanto a resultados (aún resta un último duelo, pero la valoración no variaría demasiado con un triunfo más). Los riojanos están obligados a espabilar para no ver cómo se van escapando rivales a los que poder agarrar de la camiseta y evitar que medren en la tabla para no acabar hundidos definitivamente en el fango del descenso. Ante el Palencia dieron el primer paso para conseguirlo.
Antonio Pérez parecía haber decidido jugarse muchas de las opciones de triunfo en la pelea bajo los aros. Y sus hombres interiores demostraron que estaban listos para la batalla. Todo lo contrario que la línea exterior. Mientras Gerun (12 puntos en la primera mitad), Birgander, Olomuyiwa y Norris anotaban cerca de la canasta, los tiradores locales mostraron una falta de acierto terrible. De hecho, hasta el minuto 15 del partido no acertó a marcar ningún jugador que no fuera ala-pívot o pívot. Un triple del último en llegar, Pressley, fue la primera y última canasta desde el exterior del conjunto riojano en los dos cuartos iniciales. Tres de 35 puntos y uno de diez en triples. Un desequilibrio excesivo para poder plantar cara a un adversario de postín. Sobre todo, cuando en el lado contrario se encontraba un Urko Otegui magistral que daba una lección soberbia de recursos ofensivos, de dominio del tiempo y del espacio, y de efectividad (16 puntos y 26 de valoración en la primera parte, 20 y 31 al final), y con un Dani Rodríguez que, además de dirigir, anotaba con fluidez (8 puntos).
Pese a todo, los postes locales mantuvieron al Robusta en el choque de cara a la segunda mitad (35-41).
Bonifant y Garrido decidieron echar una mano a sus compañeros y acertaron tras el descanso con dos triples que devolvieron la igualdad al marcador (48-48). Todavía se podía aspirar a someter al líder. También se sumó Pressley a la lucha de los pívots, y sorprendía la desaparición de un Galarreta que no veía aro. En el bando dirigido por Sergio García también comenzaban a despertar otros hombres de calidad, como Pérez, Zamora, Tomás o Blanch, que contenían al incómodo Robusta a una distancia corta pero suficiente para entrar por delante en el cuarto definitivo (58-61).
Hubo que esperar pero por fin apareció el capitán riojano para poner por delante a los suyos (62-61). El partido se puso duro, las defensas apretaban más y los árbitros concedieron su espacio a la intensidad y al contacto en un duro y disputado enfrentamiento.
En ese cuerpo a cuerpo, el Palencia sumaba desde el tiro libre, Norris se mostraba como el más acertado de los de Antonio Pérez antes de ser eliminado por faltas y Gerun (acabó con 20 puntos, 7 rebotes y 27 de valoración) aparecía siempre batallador en la pintura.
El Clavijo se ganó definitivamente el derecho a soñar cuando Bonifant acertaba con un triple y puso a los locales con cinco puntos de ventaja (75-70) a falta de un minuto y 20 segundos. Otegui acertaba en la jugada siguiente con dos tiros libres y Galarreta respondía con otros dos. La distancia se mantenía mientras que el tiempo corría, por una vez, favorable a los azules.
El Palencia se equivocó en la jugada planteada por Sergio García en el tiempo muerto y el balón cambió de manos de forma infantil sin que los visitantes pudieran ponerlo en juego. Bonifant, que explotó en la segunda mitad, alargó la brecha hasta unos prometedores siete puntos (79-72), el Palencia buscó un imposible, Galarreta certificó el cuarto triunfo y el Robusta se regaló la cuarta victoria de la temporada antes de Navidad.
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